4- Costa de Marfil.
De esa vasta Prefectura que reunía -desde el decreto romano de 1879 - la Costa de Oro y Costa de Marfil, y que se extiende aproximadamente 1000 km, la parte oeste - lo hemos visto - había quedado abandonada por mucho tiempo.
No obstante, el padre Planque no olvidó que la Sociedad se encuentra igualmente encargada de lo que se llamaba entonces "La Costa de los Dientes". Ya escuchó decir "que allá hay, pueblos muy interesantes, poblaciones grandes...que, lejos de las zonas malsanas, no carecen de lugares saludables" (1).
Ya que en los ministerios franceses se empieza a hablar de Grand Bassam y de Assinie, "no podremos hacer de otro modo, declara, que ir dentro de un tiempo más o menos cercano". Espera entonces de sus misioneros que están en Elmina "que se informen de todas las maneras" sobre las posibilidades de acceder al oeste.
Por su lado, ya ha buscado cantidad de información, tanto de orden humano como geográfico, sobre "esa parte de la costa donde las personas son verdaderamente fuertes, trabajadoras, enérgicas y dedicadas", lo cual puede "estimular el interés en sumo grado" (2).
Pero demora en decidirse. A decir verdad, le falta todo para intentar un nuevo avance: recursos y misioneros disponibles. ¿Y no es más conveniente, consolidar primero las fundaciones de la Costa de Oro, "satisfacer Accra que espera también su misión"? (3).
Sin embargo, cuando la Propagación de la Fe, considera las extensiones que restan por evangelizar en ese gran territorio, le propone confiar una parte a otro Instituto. El Superior responde que no tiene ninguno a la vista, él mismo se encuentra tironeado entres sus dificultades de personal y el deseo de conservar para la Sociedad esa "bella misión que sería la Costa de los Dientes".
A partir de los años 1888-1890, el puerto de Grand Bassam comenzará a abrirse, gracias a dos expediciones francesas que lograron la exploración del país. Sus transacciones diversas hacen pensar al Padre Planque, que no hay que dudar más, y que ha llegado el momento de ir hacia el oeste.
Ofrece así, al nuevo Residente, el señor Treich-Laplène, la asistencia de sus misioneros para trabajar en el país que acaba de ser confiado a su administración. Gestión prematura sin duda, porque se termina con un rechazo - sin que ello se vea empero, como una manifestación de anticlericalismo, cuya ascensión se hace inquietante en ese período. Parece que el gobernador, solamente muestra preocupación por la seguridad de las personas, lo cual no puede todavía garantizar (4).
El Padre comprende prudentemente que es necesario contemporizar, pero que nada está perdido. "Paciencia - es la consigna que da al Padre Pellat, el Prefecto de la Costa de Oro, que quisiera instalarse lo antes posible en Grand Bassam - no está solo moviéndose en ese sentido, en el ministerio de las colonias, comienzan también a acoger favorablemente la idea" (5).
Recién a fines de 1894, volverá a lanzar su proyecto al cardenal Ledochowski. Puesto que los estados desean ver coincidir los límites de las jurisdicciones misioneras con las de la administración civil, sería un gran beneficio, escribe, "separar esa Costa de Marfil, que es francesa, de la Costa de Oro, que pertenece a Inglaterra", para formar una Prefectura separada (6).
El Superior, ha apostado justo porque, a dos semanas de eso, le llega de forma oficial, la propueta que espera. Con mucha benevolencia, el gobernador Binger, le asegura que "la colonia estaría dispuesta a favorecer un establecimiento" de las Misiones Africanas en ese territorio que se encuentra "en su esfera de acción" (7).
- Carta de Planque al Padre Moreau, 16/8/1884.
- La misma carta.
- Carta de Planque al Padre Pellat, 28/5/1890.
- Cf. Padre Trichet, "Costa de Marfil, los primeros pasos de una iglesia", tomo I, pág. 20, nº 16.
- Carta de Planque al Padre Pellat, 10/12/1890.
- Carta de Planque al Cardenal Ledochowski, 27/12/1894. Cf. también la carta del padre Pellat a la Propagación de la Fe, 9/3/1893, citada por el Padre Trichet (4), pág. 17.
- Carta de Binger a Planque, 11/1/1895.
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