lunes, 5 de octubre de 2015

CAPÍTULO DÉCIMO: “ME DECIDÍ A FUNDAR” (1)

1. Una “sucursal” (1)
La colaboración con Couzon terminó en sufrimiento y decepción, dejando en ambas partes amargura y algo de animosidad. Al menos la situación se hizo más clara para todos y todas. De ambos lados hay esperanzas de partir hacia nuevos proyectos y dejar que el tiempo borre los recuerdos de pena, restableciendo la amistad y la estima recíproca de los primeros días...
Pero el P. Planque debe encontrar otro refugio para albergar “las nueve religiosas o novicias que dejaron Montplaisir para seguir el camino de las misiones”[1]. Durante el verano, previendo la tormenta, ya contactó otra comunidad, también franciscana, la de la Tour Pitrat, en Lyon, que acepta recibirlas. Nueva decepción, la superiora muere en los meses siguientes y el capítulo general así como la nueva elegida rechazan la opción misión. Por suerte, la comunidad de Belleville, filial de Couzon[2] quiere tomar la posta y “promete para el futuro proveer religiosas”[3].
Sin embargo las cosas rápidamente tomarán otro giro. “El Sr. Pagnon, Vicario general, Superior eclesiástico de las Franciscanas ha permitido la anexión a Belleville. Pero si autoriza a esa comunidad a prestar su ayuda, no quiere que tome actual y directamente las misiones a su cargo”[4]. Sin embargo las novicias continúan formándose allí pero “la casa es pequeña” y el P. Planque se verá quizás “obligado a abrir una sucursal para formar un postulantado donde se pueda acoger e instruir a las personas bastante numerosas que se presentan”[5]. En África, Padres y Hermanas están informados de eso.
En febrero siguiente el velo termina por levantarse y se enteran que “la Madre Agnès, una mujer inteligente y deseosa del bien, totalmente dispuesta, terminó por convencer al Superior. Juntos reconocieron que, para el bien de las Misiones, era necesario una organización especial adaptada a ese fin[6]. “Ya, agrega, trabajamos en ello en conjunto, será cosa hecha dentro de algunas semanas”.




[1] L. Pl. al Sr. Poirier, 19.10.1875.
[2] La comunidad de Belleville había sido abierta en 1854.
[3] . L. Pl. a las Hermanas de Lagos y al P. Cloud, 19.10.1875.
[4] Esta restricción se debía, decía el P. Planque, a las dificultades que existían entre las dos comunidades.
[5] L. Pl. al P. Cloud, 3.11.1875.
[6] L. Pl. a las Hermanas de Lagos, 16.2.1876.

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