2- LAS HERMANAS DE MONTAUBAN (2)
A fin de año, son tres las Hermanas que llegan al seminario, trayendo con ellas algunas postulantes mientras que otras tres llegarán a Puerto del Reale para encargarse del orfanato de los niños africanos del cual e Padre Papetart se ocupa desde su fundación. Y pronto de verá abrirse en el mismo lugar un pensionado de señoritas dirigido por las Hermanas. Pero el Padre Planque preferiría ciertamente que las cosas avancen del lado de África...allá donde la necesidad de religiosas se siente más. "Examine todo lo que conviene hacer, escribe al padre Courdioux (*1), para el alojamiento y la seguridad".
Con respecto al Padre Borghero que sabemos reticente a recibir un refuerzo femenino, "trataremos de llevarlo a que modifique su forma de ver y a superar esa montaña de dificultades que tiene ante sus ojos." (*2) Sin embargo, el mismo Padre Planque no está plenamente seguro, hay demasiada inseguridad: "No puedo actuar con imprudencia", escribe entonces. "Si los ingleses llegasen a algo extremo con el rey de Porto Novo, temería que la posición de las Hermanas se vuelva crítica." (*3)
Pero no llegarán a Porto Novo por desgracia...porque las dificultades con Montauban comenzarán pronto.
De hecho, el obstáculo proviene del padre D´Ormières. Porque decididamente él ve y sueña- pero sus sueño no tiene nada de realista- con reagrupar en una confederación religiosa o mejor, en una sola familia que tenga una cabeza única, a los Padres y Hermanos de las Misiones Africanas, con las Hermanas del Ángel Guardián. El Padre Planque no siente ningún entusiasmo por esa futura asociación, aún si le proponen tomar la dirección, y cuando recibe los primeros estatutos, opone inmediatamente una firme conclusión de no-aceptar- "A ningún precio, puedo aceptar un plan que, por la unión de las Congregaciones, abriría la vía a tantas complicaciones." (*4)
Y ante la insistencia del Superior de Montauban, el Padre Planque se pregunta: "¿Lo haré salir alguna vez de sus ideas de amalgama?" (*5)
Para rechazar ese plan, usa el argumento que debe ser el más decisivo, y pone adelante las propias intenciones del Fundador..."Recibí una obra que no es mía, escribe, y no puedo cambiar las Constituciones." (*6) Pero no encuentra ningún apoyo ante la Superiora General del Ángel Guardián, Hermana Saint Pascal, que declara estar de acuerdo con el Responsable de su Congregación, "persuadida, dice, que Dios habla por su ministerio."
Frente a puntos de vista tan opuestos, todo trabajo en común se hace imposible. El intercambio de cartas en febrero y marzo de 1867 (*7) marca el final de una cuerdo que duró tres años y el Padre Planque no oculta su pena rechazando la responsabilidad del fracaso: "Podremos sufrir mucho tiempo por el alejamiento de sus Hermanas, y la Misión sufrirá también por ese atraso"...pero "no nacieron de mí las dificultades que llevaron a la ruptura." (*8)
*1- Carta de Planque al Padre Courdioux, 21/2/1865.
*2 y *3- Carta de Planque a Verdelet, 19/10/1865.
*4 y *6- Carta de Planque al padre D`Ormières, 8/4/1866.
*5- Carta de Planque al Padre Papetart, 4/4/1866.
*7- Otras cartas serán intercambiadas con la Superiora General de Montauban, 30/12/1868, y con el Padre D´Ormières, 3/3/1869 y 5/5/1869, en un tono menos amigable, para terminar de arreglar las cuestiones financieras dejadas en suspenso.
*8- Carta de Planque a la Superiora General de Montauban, 12/3/1867.
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