domingo, 12 de julio de 2015

Tercera parte: LA MISIÓN EN FEMENINO

En los capítulos anteriores, en varias oportunidades se habló de las Hermanas como las del Ángel Guardián en España y las de Couzon en Porto Novo. A Egipto llegaron algunas jóvenes de la "nueva" Congregación. En el año 1876 se producirá su entrada definitiva en la escena del apostolado.

El proyecto de dotarse de una rama femenina, que en las misiones pudiese hacerse cargo de las mujeres y de los niños, es tan antiguo como la fundación de los Padres. "Ese trabajo para con las mujeres, no podrán hacerlo ustedes mismos, escribía el Padre Planque a los primeros Misioneros, pero será necesario atender a esa parte de su rebaño!" (*1) 
¿Cómo considerar la evangelización sin asociar Hermanas cuya acción era considerada indispensable para que el pueblo de Dios se organice en África, según su verdadera estructura, con familias y hogares?

Cuando en 1876, el Padre Planque asocia "ésta especie de segundo seminario al de los Padres de la sma, para formar a las Hermanas misioneras" (*2) se ha llegado al final de una historia compleja que ha sido larga y penosa, como una difícil gestación. Para que se concretase el sueño de los primeros días fueron necesarios sin duda, no menos de viente años de búsqueda, de pruebas seguidas de colaboraciones sinceras, pero demasiado rápidamente decididas y emprendidas, sin haberse dado el tiempo a la reflexión y al discernimiento necesario para que tuviesen alguna probabilidad de prolongarse. 

La cuestión es ¿por qué el Padre Planque no fundó antes su propia Congregación femenina? Pero ¿lo hubiese podido?
Reprocharle atraso sería olvidar que, en los años 1860, la Sociedad de las Misiones Africanas (sma) surgía apenas...¿Cómo habría podido soñar al mismo tiempo en una segunda fundación? Por otra parte- y siguiendo en eso los proyectos de Monseñor de Brésillac- el Superior del Seminario no piensa en una Congregación particular. Desea solamente entrar en relación con una u otra de las que ya existen y que podría aceptar el envío de algunas Hermanas al África para trabajar allí con sus misioneros. Una especie de instituto "Fidei Donum" anticipado en el tiempo: está claro que, durante viente años, el Padre no consideró otra forma de colaboración que esa.



*1- Carta de Planque al padre Borghero, 19/5/1862.

*2- Carta de Planque a los Padres Cartujos, 28/8/1883.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario