domingo, 9 de noviembre de 2014

DOS HOMBRES...UNA MISION (1)

1- EL ENCUENTRO (1)


Poco se sabe, a decir verdad, del primer contacto entre el nuevo colaborador y Marion De Brèsillac que , desde hace dos años, mueve cielo y tierra para obtener un territorio de misión. En el "Diario" del obispo, dos líneas mencionan que " el 6 de noviembre llega el señor Planque con quien la primera entrevista ha sido muy favorable." (*1)
Quién era el hombre inventivo y lleno de audacia al cual Agustín Planque venía da ofrecerse con una confianza íntegra y espontánea, para partir por las rutas de Africa? De hecho, las obras que hablan de Brésillac no escasean: biografías, Diario...y uno de los libros recientes ha vuelto familiar su rostro fino, atractivo, lo mismo que su mirada viva y voluntariosa. (*2)

Este meridional auténtico descendía de un linaje de nobles, establecidos desde tgiempos inmemoriales en el Languedoc. Había nacido el 2 de diciembre de 1813 en Castelnaudary, pero el verdadero terruño de los Brésillac era algo más al sur, el pueblo que todavía conserva su nombre, un sitio pintoresco, soleado y verde. también a algunos kilómetros de allí, Carcassonne, la ciudad medieval donde el futuro obispo cursó el seminario y se ordenó sacerdote. De su raza de trovadores, alegres y viajeros, Marion De Brésillac concervó el espíritu emprendedor, llevado siempre por el entusiasmo creador, signo de las verdaderas vocaciones. Hombre valiente, de corazón, cálido, dotado para las relaciones, tiene hacia todos una gran cortesía y su benevolencia le atrae fácilmente amigos. Pero no por eso es menos firme y determinado. Es un activo, un  indomable, que persigue con tenacidad sus objetivos y el primero de todos ellos, con el que sueña desde su juventud, es la Misión. reconoce que "Dios le ha concedido la gracia de no desviarse de ese pensamiento, a pesar de los consejos y súplicas que hubiesen podido alejarlo. (*3)

Del seminario de las Misiones Extranjeras de París, al que ingresó en 1841, pasó a la India, luego, como obispo de Prusia y vicario apostólico de Coïmbatour, llevó a cabo durante doce años un gran trabajo abriendo caminos. Pero las dificultades que no pudo vencer, le obligaron a regresar y a presentar su dimisión ante la Santa Sede.

Siempre lleno de fuerza y de ideas, a los 42 años, no pide más que poder partir hacia otra dirección: "No hay un lugar en el mundo donde los misioneros no hayan llegado aún? Y por qué no el centro de Africa? (*4)"
Recién en enero de 1856 nace el proyecto más amplio de la fundación de una nueva sociedad. Podemos admitir con certeza que el mismo Monseñor Barnabo lo sugirió. Desde ese momento no se perderá más tiempo... y comprendemos con qué alegría, en mayo del mismo año, Monseñor Marion De Brésillac recibirá el primer avance de Agustín Planque.
Para ambos, ésta circunstancia es vivida como un llamado de Dios.


*1-  "Diario 1856-1859. Marion de Brésillac, Fundador de la Sociedad de Misiones Africanas de Lyon", presentado por Juan Bonfils, sma y Noël Douau, sma, 1985, AMA, pág. 53, nota 26 pág. 106.

*2- Marion de Brésillac, Fundador de la Sociedad de Misiones Africanas de Lyon, Documentos de Misión y Fundación" edición preparada por Juan Bonfils, sma, con la colaboración de Noël Douau, sma, Mediaspaul, 1985.

*3- Alusión a las dificultades que el Marion de Brésillac encontró por parte de su familia para ingresar a la Sociedad de las Misiones Extrajeras de París.

*4- Carta de Brésillac a Monseñor Barnabo, 26/5/1855

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