1- EN ARGELIA (5)
MISIÓN SIN FUTURO
MISIÓN SIN FUTURO
Acusaciones graves que el obispo de Argel se considera "de conciencia obligado a hacer conocer confidencialmente a Roma para no comprometer el porvenir de los que llevan, también, el nombre de Misioneros de África. Un documento duro, sin matices, sin ninguna palabra de benevolencia...¿verdaderamente merecieron semejante tratamiento y tal injusticia?
A pedido de Roma (*1), el padre Planque también da su versión de los hechos, lo que le permite refutar las críticas mal intencionadas y rehabilitar a sus sacerdotes, después de haber insistido con honestidad en una carta anterior sobre el estado de su administración (*2). La Sociedad no tiene deudas, y el Padre explica como los préstamos e hipotecas que le reprocha el arzobispo están ampliamente cubiertos. Además no está al borde de la quiebra...Se le cree sin esfuerzo, por cuanto se lo conoce tan atento al equilibrio de los recursos, en África como en Francia.
A los puntos débiles de la Obra, el Padre también los reconoce francamente. Sus sacerdotes son jóvenes e inexpertos, pero "cómo mejorar, dice con humor, no se envejece a los hombres en un día." (*3) Está muy consciente de que algunas partidas a la misión son a veces prematuras. Tantos vacíos se producen en las filas que se encuentra obligado a tales medidas. Es una laguna que debe remediar. Al menos, el Superior tiene el derecho de esperar que, en el contacto con los más ancianos, los Padres jóvenes puedan adquirir algo de lo que les falta-especialmente la experiencia de la vida misionera- y entrenarse más fácilmente en el estudio de las lenguas locales. Pero ¿como monseñor Lavigerie se atreve a sostener que esos mismos Padres que mueren en el lugar con tanto coraje, y no regatean ni su entrega, ni su vida, no tienen espíritu de vocación? La conducta de los mismos incluso rechaza "ese agravio" (*4).
En cambio, hay que reconocer que el obispo de Argel tenía algo de razón al ver en el Padre Planque un hombre "siempre en búsqueda de dinero"...El Superior de Lyon está verdaderamente desbordado, acaparado por tareas que se multiplican todos los días y no le dejan ningún descanso...
Sin embargo, hubiera sido más justo y conforme a la bondad evangélica saludar la devoción de un jefe que se daba en todo y a todos, sin medir su esfuerzo...Eso, no lo hace Monseñor Lavigerie pues está aferrado a una actitud de oposición y de rivalidad, bastante inexplicable por otra parte.
Sin embargo, en los días difíciles del comienzo de ese año 1872, le queda al padre Planque un verdadero consuelo: no está solo y puede contar con sus amigos. Primero es Monseñor Ginoulhiac que, invitado a dar su opinión, aporta un testimonio muy fuerte de estima y de amistad (*5) a la Sociedad y al Superior que conoce bien. Se añadirá además la palabra favorable de Monseñor Comboni, que estimaba mucho al Padre Planque (*6). En cuanto al cardenal Barnabo, que no puso nunca en duda la sinceridad, el desinterés y la voluntad enérgica del padre Planque, pide a Monseñor Lavigerie una información más precisa sobre los hechos que condenó, porque él mismo no encuentra la prueba. (*7)
En Lyon, los Padres pueden apreciar todavía la confianza y el apoyo de la Propagación de la Fe y de su Prefecto...Pronto necesitarán prepararse para volver a partir.
*1 - Carta del Cardenal Barnabo al Padre Planque, 18/1/1871, AMA.
*2 y *4 - Carta de Planque a Barnabo, 24/1/1872: interrogado por el Prefecto, el Padre Planque responde a las acusaciones del obispo que le fueron transmitidas.
*3- Carta de Planque a Lavigerie, 13/10/1871.
*5- Carta del Cardenal Prefecto a Monseñor Ginoulhiac, 15/2/1872. Respuesta de Ginoulhiac a la Propagación de la Fe, citada en la Ponenza del 31/5/1872- El arzobispo hace registro de la "inteligencia del gobierno del seminario, de la preparación cuidadosa que reciben en ella los aspirantes, aunque se pueden lamentar las partidas demasiado rápidas..."
*6- Carta de monseñor Comboni al Padre Planque, mayo de 1872: "Le puedo confiar que aquí, en la Propagación, estamos todos a su favor. Usted lo merece ciertamente pues ha hecho mucho por el África y esperamos que estará consagrado hasta la muerte." AMA. Comboni, a quien encontraremos más tarde, fundó una Sociedad de misioneros en África central.
*7- Carta de Barnabo a Lavigerie, 16/2/1872: "Frente a una acusación general, no he podido obtener informaciones que me hubieran convencido completamente."
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