2- DEL CENÁCULO A PENTECOSTÉS (1)
A) Un nombre.
Lejos de ser una casualidad, el nombre del instituto elegido por el Fundador, expresa ya en sí mismo lo esencial de la espiritualidad.
"Hermanas de las Misiones Africanas" (1) serán muy pronto y siempre "para las Misiones Africanas" las "Hermanas de Nuestra Señora de los Apóstoles", un título al cual el Padre Planque de mucha importancia hasta el punto que llegó a pedir a la Propaganda Fide, en el momento de la aprobación de la Congregación, que le permitieran conservar el nombre que él le había dado. (2)
La elección del nombre la habrá hecho en el transcurso de sus numerosos viajes romanos, en la Basílica de San Pedro, o incluso en la de los Santos Apóstoles, no lejos de la ciudad antigua y del Coliseo? No se sabe nada...Lo que sí se sabe, en cambio, y con certeza, es que quiso colocar en el corazón de su instituto, "a la Virgen María, en su título de Reina de los Apóstoles, en el Cenáculo y en sus trabajos apostólicos." (3)
"¿Qué habrían hecho sin Ella, en los primeros tiempos de la Iglesia, durante esos importantes comienzos?", osará decir el Padre yendo un poco más allá de lo que nos dicen los textos. Muy seguro de que María, después de haber compartido con los Doce el tiempo de recogimiento en el Cenáculo, estaba allí aún con ellos cuando se dispersaron a través de Jerusalén en el entusiasmo de Pentecostés.
"Nadie duda que no haya sostenido a los que se mostraban débiles y que representó magníficamente su papel de madre junto a todos los nuevos convertidos.
"Nosotros mismos, gustaba repetir, qué seríamos sin María? Sin Ella, no habríamos existido!" (4)
Esa maravillosa historia- contada en los primeros capítulos de los Hechos de los Apóstoles- es lo que las Hermanas son llamadas a revivir con Pedro y sus compañeros.
Invitadas, ellas también, a ir a la "Sala alta", en el Cenáculo, para recogerse con María, Madre de Jesús, a fin de dejarse invadir por el Espíritu para conocer y amar a Dios. Así podrán a su vez, ser enviadas, para hacerlo conocer y amar por sus hermanos y hermanas de Africa. (5)
Allí está el espíritu apostólico verdadero en sus dos aspectos inseparables de contemplación de Dios Padre y de servicio al Reino. Allí está, pues, la espiritualidad sobre la que reposa toda la formación de las Hermanas de la nueva Congregación.
- Tal era el primer nombre de la Congregación.
- Carta de Planque al Cardenal prefecto Ledochowski, 22/2/1901.
- En los cuadernos de notas de las primeras Hermanas...
- Idem y conferencias del Noviciado.
- Se trata de orientaciones-claves en la espiritualidad de la Congregación.
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