lunes, 19 de diciembre de 2016

CAPÍTULO DÉCIMO: “ME DECIDÍ A FUNDAR” (5)

2. Humildes principios (1)

"La Guillotière, era el período heroico", contaban las que lo habían vivido. "En la casa, aparte de las paredes desnudas de las cuatro piezas vacías donde entramos, se encontraba sobre todo la Señora Pobreza, pero también una alegría muy grande de trabajar por nuestro ideal y una confianza sin límites en Dios y en nuestro Padre Fundador, lo que nos llevaba a aceptar todo con júbilo." (1)
Para "aliviar el peso de la cuestión material", algunas de las jóvenes, siendo lenceras, propusieron trabajar para los grandes comercios de Lyon. Poco a poco la casa se organizó, tuvo un pequeño oratorio y también un verdadero horario de vida religiosa.

Y cosiendo para los otros, las postulantes desearon fabricarse para ellas también...un hábito religioso!
Las pequeñas historias de las hermanas mayores sobre éste tema, no faltan. Todas pintorescas y divertidas: cofias de lencería, cuellos blancos...Un hábito: el Padre Planque acepta finalmente que tengan uno como todas las hermanas de ese tiempo y la primera toma de hábito, fue el 15 de abril de 1877. Pero a sus ojos, es una cuestión secundaria, casi sin importancia, una vestimenta común. Y bastante secamente pedirá a la mamá de una novicia, que se preocupa demasiado, "que no se haga del hábito, lo esencial de la vida religiosa"... y "que por otra parte, en ciertos institutos del siglo pasado, nunca lo llevaron..." (2)
Cuando partan al Moulin-à-Vent "estarán vestidas de civil"...puesto que los tiempos son difíciles y es necesario guardar una cierta reserva sin buscar llamar la atención...
"No deseo dar a las Hermanas un verdadero hábito religioso", le dice a la futura Hermana Théodore, en consideración a los días malos que parecen prepararse para Francia. Un hábito simple, negro, que atraiga poco las miradas, creo que sería lo mejor por el momento." (3)

Sucede lo mismo con el nombre que se recibía antiguamente al tomar el hábito...Para el Superior, es también  una costumbre sin importancia, simplemente la acepta, pero...a su manera! y preparó una buena lista de santos africanos, donde las futuras Hermanas podrán elegirse un Patrón...nombres desconocidos, distintos y hasta raros, no siempre fáciles de llevar!...(4)

Por el contrario, cuando las casas y el personal comenzaron a multiplicarse, se mostró francamente opuesto a que, en la Congregación, las Superioras se conviertan en "Madres". "Son todas Hermanas", decía, "y mi intención es que, donde vayan, conserven ese nombre sin llamarse nunca `Madre´¨. "Que en ninguna parte, la Superiora sea así nombrada y si, en algún lugar, se tomó esa costumbre, que se aproveche entonces del primer cambio para retomar el nombre de `Hermana´. No sé tampoco si más adelante la Superiora de toda la Congregación tendrá ese nombre." (5)
Pero sobre ese punto también debió ceder siguiendo las solicitudes de algunas de sus hijas que regresaban de Africa (6).
Será necesario esperar las actualizaciones del Concilio Vaticano II, para que la Congregación vuelva a los proyectos simples del Fundador. En cuanto a él, en esos primeros años, predica con el ejemplo: "Que se me llame `Señor Superior´, `Señor Planque´, `Padre´, `presbítero´o `reverendo Padre´, no le presto ninguna clase de atención y no le atribuyo ninguna intención." (7) 
Y con respecto a todos esos apelativos muy considerados en su época, el Superior habló con claridad con uno de sus Padres:"Nada somos por el título. Se lo es por el cargo que se ejerce según la obediencia que es del orden de Dios, y por la manera con el cual se lo ejerce." 
Dar importancia en la vida de simplicidad que predica a todos, sería equivocarse de objetivo. Lo que cuenta, "lo que lo hará sólido", es "hacer delante de Dios, para Dios y con su auxilio, todo lo que se debe, para el bien..." (8)

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1. Según el cuaderno de recuerdos de las Hermanas Vianney y J. Joseph.
2. Carta de Planque a un sacerdote. "Por otra parte, dirá aún el Padre, puede suceder que, en otra casa, sea necesario llevar otro hábito." Pedirá también que " los vestidos no sean demasiado largos...y ¡nada de velos hasta el suelo...! (a la Hermana Heliodora, 13/10/1887)
3. Carta de Planque a la Hermana Théodore, carta sin fecha. Archivos nsa.
4. Carta de Planque a la Hermana Raphael, 28/11/1887. Así, encontraremos las Hermanas Nicanor, Nilamon, Castule, Classique, Hermogène...!y la que pidió un nombre africano, se llamará Elesbaan, que fue el nombre de un rey de Abisinia. 
5. Carta de Planque al Padre Moreau, 30/1/1884, y a la Hermana Claire, 2/1/1884 y 17/4/1884.
6. "Hermanas llegadas de Africa", se lee en los cuadernos de recuerdos de las mayores, "habían pedido al Padre Planque, llamar a la Superiora `Madre´, o `Reverenda Madre´, e incluso, `Muy reverenda madre´, tal como se hacía en los otros Institutos. "No juzgo necesario negárselos, visto las costumbres de la época." Pero desde 1967, el nombre de `Madre´ no se usa más en nuestra Congregación. 
7. Carta de Planque al presbítero x...
8. Carta de Planque al Padre Chautard, 15/11/1890.

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