3- EL SEMINARIO (2)
Con regularidad, por otra parte, aumenta el numero de los que ingresan a la Sociedad.
En la última carta dirigida a Planque, Brésillac expresaba sus temores de que las muertes de Free-Town tuviesen la "funesta consecuencia de apagar el ardor de los Aspirantes y suspender las vocaciones."
Algunos años más tarde, el Superior atribuye todavía al mismo motivo una cierta lentitud en el desarrollo de la Sociedaed en sus comienzos. Temor mal funddo sin embargo, y que los hechos desmintieron. En agosto de 1860, son ya catorce aspirantes, de los cuales dos son sacerdotes, y ocho pedidos de admisión parecen ofrecer serias garantías. pero el problema de las vocaciones quedará planteado aún por años, pues la enfermedad y la muerte continuarán llevándose a hombres que constantemente habrá que reemplazar...
Entonces, como lo había hecho Brésillac, pero con la discreción de quien no conoce personalmente la Misión de la que habla, Agustín Planque comienza a visitar las diócesis.
Y se apresura, todas las veces que puede, para hacer regresar a algunos sacerdotes de Africa que informarán, mejor que él.
De ese modo el Superior ha retomado en sus manos la casa. "La marcha del establecimiento debe ser en todo la de un seminario", había escrito el obispo al presentar su obra a la Propaganda Fide.
"Vivimos en comunidad, los ejercicios están ordenados así como las horas de estudio, tanto para los jóvenes clrérigos como para los sacerdotes." (*1) El Padre Planque sigue la misma línea. En ese dominio al menos, gracias a los conocimientos adquiridos en Cambrai y en Arras, no lo tomarán desprevenido.
Para secundarlo en la organización de los cursos, tiene la suerte de tener consigo a lagunos hombres de experiencia y de corazón que se convertirán en sus primeros consejeros y en sus mejores amigos. Entre ellos, Etienne Arnal, llegado de Carcasona, y que por bastante tiempo fue profesor en el seminario menor donde contó, entre sus alumnos, al adolescente Brésillac.
Liberado de su puesto, Arnal respondió al ofrecimiento de Agustín Planque. Toma a su cargo el curdo de filosofía y prestará múltiples e importantes servicios a la Sociedad hasta su muerte. (2)
Por su parte, el arzobispo de Lyon provee un profesor que dicta teología y sebemos también que uno u otro de los aspirantes, una vez terminado su trayecto, se convierte ocasionalmente en profesor de sus ex compañeros de estudio.
*1- Carta de Brésillac a Barnabo, 13/12/1856. DMF, pag. 182.
*2- Etienne Arnal llegó el 20/01/1863 y tomó la dirección de los estudios. El Padre Planque lo quería y admiraba mucho. A su muerte el 11/06/1873, entre otras confidencias, escribirá al Padre Lacuwe, 14/08/1873, "Me sorprendo a menudo dirigiéndome a su cuarto, tanto estaba habituado a compartir con él elmínimo detalle de mi tarea de dirección."
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