3- EL SEMINARIO (3)
Pero precisamente no faltarán las críticas a ese punto preciso de la formación. Se le reprochará a Planque el número insuficiente de profesores aún si, a medida que aumentaban los efectivos, se ingeniaba para encontrar hombres competentes para asegurar los cursos. Tarea difícil y no siempre coronada por el éxito. Conocemos, entre otras diligencias, la que hizo ante el Superior general de San Sulpicio, pidiéndole que libere a uno de sus sacerdotes, conocido por todos como un amigo de las misiones. Trámite inútil...aún cuando éste estaba entonces en el seminario mayor de Angers hubiese llegado fácilmente a ser un dierector experimentado par la casa de Lyon.
Es cierto que Planque se quejaba ya, en tiempos de Brésillac, del nivel demasiado flojo de los estudios, no siempre conducidos con bastante seriedad, y de la insuficiencia de los resultados.
Habrá descontentos que deploran el carácter a veces incompleto, también demasiado apresurado, de la preparación al sacerdocio de algunos seminaristas y ciertas ordenaciones realizadas prematuramente en detrimento de los conocimientos teológicos. El Padre Planque, sin embargo, se opone a cualquier forma de mediocridad o de descuido y se afanó sin medida para encontrar un remedio a esas debilidades. (*1). Pero necesidades urgentes pudieron exigir, es verdad, partidas apresuradas hacia Africa... Las críticas más encendidas, entre ellas las partiuclarmente duras de Monseñor Lavigerie y del señor Courdioux, olvidaron quizas que una formación de principiante puede completarse en el mismo terreno en contacto con las realidades cotidianas y con la experiencia pastoral de los más antiguos.
Quienes solicitan su ingreso en las Misiones Africanas no serán recibidos sin un examen serio de su vocación. "Interesa poco, decía Brésillac, que desde el comienzo seamos numerosos, con tal que nuestros jóvenes tengan un buen ánimo y una perfecta devoción por la obra." (*2)
Las respuestas que da Agustín Planque a los pedidos de admisión y las informaciones que toma sobre cada candidato parecen absurdas en el mismo sentido. No se lo puede sospechar de haber querido atraer a jóvenes sin discernimiento, o alimentado falsas esperanzas o mantenido ilusiones o sueños." (*3)
"No, escribe a quienes lo interrogan, no hay nada seductor desde el punto de vista humano en el compromiso con la Misión."
Si se ha abandonado una buena situación o un apostolado fácil, que no se espere encontrar en Africa las mismas perspectivas de porvenir, pues se va allí para trabajar por el Reino llevando la Buena Noticia de Cristo a quienes todavía no la han escuchado. "Nadie debería unirse a nosotros si está animado por un espíritu diferente al del puro amor por Dios y el deseo de hacerlo conocer a los que todavía ignoran su Palabra, sin preocuparse por los consuelos y recompensas terrestres, teniendo en cuenta solamente la recompensa que espera al servidor fiel." (*4)
*1- Carta de Planque al Superior Generald e San Sulpicio, 29/01/1880 y al obispo de Cambrai, 02/08/1870.
*2- Carta de Brésillac a Planque, 30/12/1856.
*3- En "Mission to west Africa", la Hna. Buenaventura cuenta las quejas de jóvenes en el lecho de muerte, diciendo que no se les había dado una idea de lo que les esperaba. "No esra fácil, agrega el P. gantly, prever como reaccionaría cada uno ante las duras realidades de la misión." (pag. 74)
*4- Carta de Planquie al padre O´Haire, 25/09/1876.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario