3- La revisión de las Constituciones (5)
Entonces, nada sorprendente si, en los primeros meses de 1893, llegó a Roma una carta firmada por todos los jefes de misión y dirigida a la Propaganda Fide, para reclamar, según las Constituciones, que les acuerden el derecho a la convocatoria de una Asamblea General con el fin "de obtener una reorganización completa de la Sociedad". Cuando recibe del Cardenal Prefecto, la copia de ese pedido, el Padre Planque se siente abrumado (1), interpretando demasiado bien los motivos de aquellos que han impulsado a presentarla. "Usted comprende hasta qué punto estoy triste y enfermo por el motivo que ya sabe" (2).
Si tal Asamblea es influenciada por los dos hombres que conoce bien (3), mucho teme que se vaya hacia una conmoción grave (4). Pero Roma persevera y acepta el reclamo que viene de Africa, por una Asamblea que puede ser saludable, como "un medio eficaz de disminuír los disgustos y conquistar de nuevo, la confianza de todos" (5).
Se realizará, por supuesto, y el Padre Planque que nunca rechazó una decisión de la Propaganda Fide, consintió sin más objeciones.
Para apoyarlo, el Cardenal Ledochowski, lo ayuda a fijar los puntos que serán debatidos y nombra al arzobispo de Lyon, como su delegado. Éste presidirá las sesiones y velará por su buen desarrollo y solicita que sea excluído todo cuestionamiento respecto al lugar del padre Planque, que debe quedar como Superior General de la Sociedad.
Tales medidas son apropiadas para calmar el juego de los más combativos. Los diez días que duran los trabajos se suceden sin golpes notorios, llevando los espíritus a más serenidad, y a hacia los verdaderos intereses de la misión.
El informe de las sesiones expresará incluso, en varias ocasiones, la sumisión y la adhesión de los miembros a la iglesia, así como la lealtad y el respeto hacia el Superior, del que reconocen el inmenso trabajo y dedicación. Y al término de lo que había representado para su viejo amigo, una prueba angustiante, Monseñor Cornazzoni, puede felicitarlo con alegría: "Tenía razón de decirle, `Coraje!´Acaso la Asamblea no le dió la prueba de considerarlo como el conservador de la Obra?" (6)
En un informe muy objetivo, el Cardenal Couillié, parece haber acertado en indicar el mal de la Sociedad, un mal que explica su difícil recorrido.
Dos corrientes coexisten en efecto, y se enfrentan en la comunidad de los Padres: una más conservadora, la otra más reivindicativa, pues desea un alivio de la Regla y de todas las subordinaciones que trae aparejada, al mismo tiempo que una distribución de la responsabilidad. De donde las tensiones que hacen más difícil apaciguar los excesos de lenguaje de algunos y su manera de dramatizar los mínimos hechos. Pero al entender del Cardenal, "el Padre Planque puede muy bien, con su Consejo, enderezar la situación y hacer las mejoras necesarias" (7).
Pero apenas terminada la Asamblea, un duelo repentino llega brutalmente a la Sociedad, y particularmente a Benín. Al regresar de Roma, donde había sido recibido por la Propaganda Fide y por León XIII, Monseñor Chausse sufrió una afección pulmonar aguda y muere en Lyon, a los pocos días (8).
Es un golpe para todos, para el Padre Planque sobre todo, tan ligado al Padre Chausse, y que pierde la esperanza de reconstruír con él, una nueva etapa de confianza y de amistad. Al menos la ceremonia del viático que el Padre aportó al Vicario Apostólico moribundo, fue entre ellos, como un último gesto de afecto y de reconciliación...
- En efecto, algunos desean aprovechar una Asamblea General, para hacer anular los artículos que rechazan en las nuevas Constituciones. Carta de Planque al Cardenal Ledochowski, 15/8/1893.
- Carta de Planque al Padre Duret, 29/4/1893 y a Monseñor Cornazzoni, 10/5/1893.
- Esos "dos hombres" son Monseñor Chausse y el Padre Terrien, éste está siempre al lado de los polémicos.
- Carta de la Propaganda Fide al padre Planque, 1/7/1893.
- Carta del Cardenal Prefecto al padre Planque, 11/11/1893 y del Padre Planque al Padre Desribes, 16/11/1893, donde anuncia el nombramiento del Cardenal Couillié, arzobispo de Lyon, como presidente de la Asamblea General que se fijó para el 22 de noviembre.
- Carta de Monseñor Cornazzoni al padre Planque, 18/12/1893.
- Carta del Cardenal Couillié al Cardenal Prefecto, 8/12/1893.
- Carta de Planque a la Propaganda Fide, 28/1/1894: "Monseñor Chausse falleció el 17 y sus funerales fueron celebrados en la catedral San Juan, el 22, con la presencia del Cardenal Couillié".
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