martes, 30 de junio de 2015

CAPITULO 7: HACIA OTRA ÁFRICA (24)

4- EN EL DELTA DEL NILO (4)

El mosaico extremadamente complejo de esas comunidades que anuncian al mismo Jesucristo, pero coinciden a menudo con entidades nacionales más bien rivales, ya atrajo al atención de Roma. Lazaristas y Hermanos de las Escuelas Cristianas están allí manos a la obra, seguidos pronto por los jesuitas (*1). Sin embargo el elemento misionero más importante es la Orden de los Franciscanos. Estos, presentes en todo el Medio Oriente desde que les confiaron la custodia de Tierra Santa, permanecen vinculados a esos lugares en recuerdo de Francisco de Asís, el misionero de Damieta (*2). Es también un franciscano, Monseñor Ciurcia, quien representa a Roma como Vicario apostólico de Egipto y el Padre Planque realista...comprende que, aquí como en la región del Cabo, la división de las tierras y de los poderes no será muy fácil...

La Propagación de la Fe vería con agrado a las Misiones Africanas en Alejandría "donde hay trabajo en serio y necesidad de socorro religioso (*3)". Pero es una posesión exclusiva de los franciscanos, y Monseñor Ciurcia preferiría que se establezcan en Port-Saïd y en Ismaïlia. "Esas ciudades están asistidas, responde entonces el Padre Planque a Monseñor Toroni. Si Roma nos envía, iremos a Port-Saïd por obediencia, peor, ¿cómo aceptar Ismaïlia donde los dos Padres se aburrirían por no tener nada que hacer? ¿África tiene tantos misioneros para emplearlos en cargos inútiles? No estamos más en las perspectivas que había citado el año pasado...perspectivas agradables, agrega el Padre, que sueña todavía en ir a internarse a lo lejos, para abrir nuevas misiones...Todo parece así cambiado." (*4)

En cambio, el Superior desearía la fundación de una estación y hasta de una Prefectura apostólica entre el Nilo y el Mar Rojo (*5), lo que convendría ciertamente más a una Sociedad destinada exclusivamente al apostolado misionero propiamente dicho. Finalmente, el convenio se hará en Zagazig y Tantah y  estas dos ciudades, las más importantes del Delta -una bastante próxima a lo que se convirtió, desde 1869, en el Canal de Suez; la segunda, más al centro, entro los dos brazos del niño- tienen todo para satisfacer allí a los misioneros, pues la población es numerosa y menos europea que en otros lugares (*6). 
Esta vez los Padres encontrarán una misión en proporción a su fervor y el Superior no demora en definir los perímetros.

Pues no se trata sólo de ocupar los lugares o de organizar una obra para los cristianos ya establecidos, como si "se hubiese venido únicamente a velar por la conservación de la fe de los que ya la han recibido." (*7) Y quizás está allí la manera más restrictiva que los franciscanos tienen de dirigir la misión: vivir en el país, ocupar allí un lugar pero finalmente, sin un objetivo apostólico preciso (*8)
Con certeza, el misionero "de corazón" (*9) que es Agustín Planque, que se compromete a fondo en todo lo que emprende, tiene ideas completamente distintas: "No habrá nada que hacer en Egipto, nada para crear?" "¿Hay que cruzarse de brazos, mirar cómo caminan los otros, protestantes, masones? ¿Cómo no adelantarse en el momento en que todos los ojos están fijos en ella y donde el país aspira a un verdadero desarrollo?" (*10)





*1- Estos, en 1879, tomarán a cargo la formación del clero.

*2- San Francisco de Asís acompañó a los Cruzados durante la V Cruzada, hacia 1219, habiendo tenido la idea de una expedición pacífica y más evangélica que la de armas. Sus entrevistas con el Sultán Malik-el-Kamal han permanecido legendarias.

*3- *4- Carta de Planque a Monseñor Toroni, 23/1/1877.

*5- Es probable que Monseñor Comboni no ha sido ajeno a esa sugerencia (según notas del Padre Roeykens, AMA, pág 75.)

*6- Desde la experiencia en El Cabo, el Padre teme los lugares casi inhabitados. En la época, Tantah debe haber tenido alrededor de 80 mil habitantes y Zagazig, algo menos.

*7 y *10- Cf. informe a la Propagación de la Fe, 18/11/1882.

*8- Cf. el informe a monseñor Toroni, 18/11/1882- "¡En misión, dira´el Padre, no es suficiente decir la Misa o el breviario, hay que preocuparse también de escuelas y de otras obras!..."

*9- La expresión "de corazón" es del Padre Gantly, en "Missions to West Africa 1", pág. 317, y define bien al Padre Planque...


lunes, 29 de junio de 2015

CAPITULO 7: HACIA OTRA ÁFRICA (23)

4- EN EL DELTA DEL NILO (3)

Solos y separados de la iglesia católica -de la cual han sido hasta entonces elementos activos y brillantes- los cristianos coptos deberán afrontar a conquista árabe consecutiva al nacimiento del islam (*1), y que en el nombre del Profeta, invade la región y destruye por mucho tiempo el equilibrio tanto social y político como religioso. Los coptos, sin embargo, soportan la tempestad sin renegar nada de su fe ni de su rito, y continúan, a través del presente, reviviendo un pasado al que están muy fuertemente ligados. pero como han llegado a ser un grupo minoritario, con el transcurso de los siglos, su situación se fue deteriorando, según las diversas dominaciones que sufrieron.

En la época en que las Misiones Africanas llegan a Egipto, la iglesia ortodoxa monofisista, goza de una paz relativa. La tolerancia es la ley del poder desde que Méhémet-Ali, virrey del país, ha conducido una política liberal que justifica se le hayan atribuido éstas palabras: "No quiero que haya diferencia entre mis súbditos que pertenecen a razas o a religiones diferentes." (*2)
Pero si la iglesia copta cuenta entonces con casi un millón de miembros, está lejos de ser la única en ocupar el espacio cristiano del país; los otros ritos orientales (*3) tienen también su ciudadanía. Es necesario, entre ellos, mencionar a la pequeña comunidad copta que permaneció unida a la iglesia católica habiendo sobrevivido, parece, desde Calcedonia. En esa época, no cuenta más que con algunos miles de fieles, pero por ella, el papa León XIII, se ocupará de restablecer el Patriarcado copto de Alejandría.

En el pensamiento del Padre Planque, "esos ritos numerosos son la mayor causa de la impotencia de los católicos. Reunidos, serían una fuerza considerable, pero están divididos y todo se desmigaja. yo desearía que en Egipto, no existiesen por el momento, todas esas pequeñas congregaciones orientales..." Y de buena gana, las hubiese reunido a todas en la iglesia latina, no por falta de respeto a su originalidad o sus riquezas particulares -hay que recordar como esta idea le ocupa el corazón- sino porque "la unión de todos sería una fuerza y un medio de luchar contra la debilidad de la instrucción religiosa que en ellos es una falta grave." (*4)

En medio de esa diversidad, el Padre hace un lugar aparte al rito maronita, "el mejor, dice, entre los católicos." (*5)
Y "una idea lo persigue desde hace mucho tiempo, la de tener ente sus misioneros algunos buenos Maronitas." Sería una ventaja para la iglesia de Dios, para los pueblos de la lengua árabe a los que somos enviados, ventaja para el pueblo maronita mismo, sobre quien ese sacrificio de algunos de los suyos volvería en bendiciones." (*6)
Es cierto, había precisado: "si quieren permanecer únicamente en sus ritos, no formarán nunca buenos misioneros y serán siempre Orientales..." (*7)




*1- En el siglo VII, después de la Hégira. Hay una larga historia de guerras y rivalidades. 

*2- Cf. "Histoire des Coptes de´Egypte", por Sylvestre Chauleur, Edic. la Colombe, 1960, pág. 212.

*3- Los ritos orientales son numerosos: al lado de los Coptos, encontramos a los griegos, a los caldeos, a los armenios, a los ciríacos...algunos en unión, otros en ruptura con Roma. Se agregan los maronitas y los Latinos, católicos. Se cuentan además los Protestantes  y los judíos.

*4; *5- Cf. informe del Padre Planque a la Propagación de la Fe, 2/6/1886.

*6- Carta de Planque a Monseñor Debs, arzobispo de Beirut, 20/1/1886.

*7- Carta de Planque a Monseñor Duret, 4/12/1878.

domingo, 28 de junio de 2015

CAPITULO 7: HACIA OTRA ÁFRICA (22)

4- EN EL DELTA DEL NILO (2)
Igualmente, es cierto que pronto se lo ha visto como un lugar de belleza y de encantamiento. Bastaría -si fuera necesario convencerse de ello- releer algunas páginas más bien entusiastas en el informe que el Superior dirige al Consejo Central de la Propagación de la Fe después de su primer viaje. (*1)
Si "no visitó el lugar como turista, se dejó encantar por el sol brillante, los días constantemente serenos, el cielo azul más bello del mundo, el aire puro y ligero...y el valle del Nilo tan rozagante, que promete fecundidad..." Pero diez años antes de haber admirado los sitios, en el momento de la fundación, el Padre tomó la apuesta misionera que representa ese vasto país donde se rozan - a menudo ignorándose unos a otros- ritos y religiones. hablar en ese lugar de la fe en Cristo o simplemente esforzarse por vivirla, si es necesario, en silencio(*2), tal es la misión -y hasta el desafío- que entrevé inmediatamente par sus misioneros, con la esperanza de reavivar en ese pueblo la alegría y la esperanza de la salvación.

...Una esperanza, una salvación que esa tierra, considerada entre una de las más antiguas del mundo, fue también una de las primeras en recibir y en dar. Evangelizado por Marcos, el discípulo de san Pedro (*3), el pueblo copto, auténtico descendiente de los faraones, dio rápidamente nacimiento a una comunidad cristiana en Alejandría primero, alrededor de Clemente y Orígenes. Dos siglos más tarde se constituyó el Patriarcado -del cual Cirilo es el primer titular- una sede ilustre, "poderosa como una especie de papado alejandrino", pero que acepta aún permanecer sometida al primado de Roma.

Vasallo del Imperio desde Augusto, el país sufrió grandes persecuciones en el siglo de los emperadores Septimio Severo, luego Decio y Diocleciano (*4). En el mismo tiempo que el medio y el alto Egipto, habiendo escapado, parece, a las crueldades del Imperio, se convierten en el primer lugar encumbrado del monacato cristiano. En los desiertos y especialmente en la Tebaida, Pablo y Antonio, y más tarde Pacomio, atraen numerosos discípulos, todos antepasados de la vida eremítica que ganará pronto el Occidente.

No obstante, el fervor de las comunidades no puede evitar el auge de las herejías. las que nacieron casi inevitablemente de un estudio del mensaje cristiano, que carecía por cierto, de rigor, de dominio de los textos y de fidelidad. existió el sacerdote Arrio, pero también frente a él, para combatirlo vigorosamente, el gran Atanasio y los Concilios de Nicea y de Constantinopla que volverán a decir la fe de la iglesia en el Verbo de Dios encarnado. (*5)

Más grave aún, se presenta a fines del siglo V, la ruptura con Roma, pues la iglesia copta que había adherido con entusiasmo al Concilio de Efeso y a la proclamación de María, Madre de Dios (*6), decide seguir a Eutico y, oponiéndose al Concilio de Calcedonia, se encierra desde entonces en la doctrina del monofisismo. (*7)



*1- El primer viaje del Padre Planque tuvo lugar en marzo-abril de 1886. Envía un informe al Consejo Central de la Propagación de la Fe, de Lyon.

*2- Desde 1876, comprendió que clase de misión podría realizarse en Egipto.

*3- La iglesia de Alejandría siempre ha hecho remontar su origen en San Marcos. había egipcios en el Pentecostés de Jerusalén...En ese momento, Egipto era una provincia romana. 

*4- En los siglos IV y V...

*5- El Concilio de Nicea en el 325; el de Constantinopla en el 381.

*6- El concilio de Efeso en 431. El culto de la "Theotokos", la Madre de Dios, ha sido siempre muy grande en Egipto y en todo Oriente. Pensemos en los innumerables íconos. 

*7- Según el monofisismo, Cristo tiene sólo una naturaleza. Egipto, en ese tiempo, era muy hostil al mundo bizantino, por lo tanto, vivió esa separación como una forma de resistencia nacional a los griegos, resistencia que es el acto del pueblo más que del clero. 

CAPITULO 7: HACIA OTRA ÁFRICA (21)

4- EN EL DELTA DEL NILO (1)
En 1876 la Propagación de la Fe pidió a las Misiones Africanas renunciar definitivamente a todo establecimiento e la zona del Fezzan, pero conserva la idea de proponerle otro territorio. 
Durante un congreso que reunió en Roma para tratar esa cuestión, el padre Planque es "interpelado", como lo relata él mismo, "por Monseñor Agnozzi, el secretario: "¿Busca nuevas Misiones para su Seminario? "¿Por qué no va a Egipto donde mueren por tener misioneros?" Se puede prever la respuesta que llegó inmediatamente: "Que la Sagrada Congregación nos envíe allá e iremos, pues estamos a sus órdenes." Pero el Superior cree prudente agregar: "En ese caso, pediré que se arreglen las cosas de modo que no tengamos conflicto con los Padres Franciscanos..." (*1)

El país era completamente nuevo y el ofrecimiento bastante inesperado para que reflexione al respecto y consulte a sus Consejeros antes de comprometerse. la opinión es favorable: "Nos parece, escribe entonces, que la propuesta de abrir un puesto en Alejandría convendrá perfectamente a los fines de nuestra vocación y la aceptamos agradecidos." (*2)
Eso tomó un cierto tiempo. En mayo de 1877, podemos notar también que participa a un Hermano del ofrecimiento de Roma: "El Prefecto y el personal de la Propagación de la Fe me han acogido muy bien y desean de corazón que nuestra Sociedad se afirme y se desarrolle para la evangelización de África. Me proponen una misión importante con puestos en Egipto. Y el Padre Duret partirá pronto para estudiar esos puntos de implantación." (*3)

Así como el primer decenio de su gobierno se centró sólo en Dahomey (*4), el segundo evoluciona bajo el signo del movimiento. Después de Argel, Orán, El Cabo y la Costa de Oro, los Padres son prometidos ahora al próximo al Medio Oriente. De hecho, el Padre Planque no abandonó su idea de remontar hacia el Sudán. Se sabe en Roma cuánto esa perspectiva le sería agradable y Monseñor Toroni no ha cesado de resaltar el mérito de "esos viajeros que atraviesan Egipto y se introducen a lo lejos para nuevos descubrimientos...Se podría estudiar para medios de continuar..."(*5)
El valle del Nilo se convertirá entonces en la mejor de las vías de acceso hacia el centro o el este del continente. 

Pero Egipto no será ni vía de paso hacia el interior, ni aún tabla de salvación momentánea para la Sociedad. Está llamado a convertirse en mucho más: en una nueva Prefectura y después en una gran provincia llena de promesas para el porvenir.





*1- Carta de Planque al Cardenal Simeoni, 18/11/1882- Cuando el Padre habla del mes de marzo, hay que leer ciertamente mayo...

*2- Carta de Planque al Cardenal Franchi, 26/3/1876.

*3- Carta de Planque al Padre Moreau, 20/5/1877.

*4- Hasta 1870 la Sociedad todavía no ha fundado más que las tres primeras misiones en Dahomey.

*5- Carta de Planque a Monseñor Toroni, 23/1/1877.

viernes, 19 de junio de 2015

CAPITULO 7: HACIA OTRA ÁFRICA (20)

3- MISIÓN EN EL CABO (6)
Proyectos imposibles
Pero ciertamente parece que éste Superior, tan sedentario, amó verdaderamente los grandes espacios y soñó con enviar allá a los suyos! Al seguir de cerca sus múltiples gestiones, nos damos cuenta que desde Lyon ha debido frecuentemente viajar en imaginación y preparar nuevas rutas. África del este parece haberlo atraído particularmente y puesto que en el sur los institutos se superponen y viven rivalidades y tensiones, ¿por qué no se podría remontar más arriba en dirección al norte, "allí donde han penetrado esos osados viajeros, Livingstone, Stanley, Cameron, Nachtingal" y apoyarse para hacerlo en la Sociedad Internacional de Bruselas, presidida por el rey Léopold II? "Ésta tiene por meta ayudar a la civilización tanto religiosa como humanitaria y social de éstas comarcas recientemente conocidas:" "Sería precisamente el momento", escribe al cardenal Franchi el Padre Planque muy aferrado a esa idea, "de enviar misioneros católicos a todo el espacio entre el Ecuador Zambéze, alrededor de los Grandes Lagos." Ruega entonces al Prefecto "elegir ese país como misión y encargarlo a su Sociedad." (*1)
"Si los católicos no llegan allá primero, en número suficiente, le dice, los Protestantes van a extenderse todo lo que puedan, sin contar que los musulmanes ya han hecho algunas conquistas." Hasta propone que dos de sus Hermanos acompañen la exploración de la Comisión Internacional en las regiones del lago de Tanganika. (*2)
Pero las Misiones Africanas no estaban destinadas a evangelizar el país alrededor de los Grandes Lagos...y "pronto la noticia será dada por los diarios que Monseñor Lavigerie envía una docena de Padres a Tanganika y Nianza." Por lo tanto "es menos apremiante" (*3) concluye el Padre Planque sin emocionarse.

Pero como está siempre abierto a todas las propuestas, falta poco para que , ésta vez al noreste del Ecuador, una nueva prueba sea intentada con Monseñor Comboni. Éste había fundado, en Verona, Italia, un Instituto para las misiones que fue ayudado por una congregación femenina. Se encontraba entonces al frente de un gran territorio cuya parte más oriental correspondía más o menos al Sudán actual y ofrecía al Padre Planque, con quien en otro tiempo había trabado buenas relaciones, que ocupara en ese lugar las orillas del Nilo, a la altura de la ciudad de Dongola (*4)
Al mismo tiempo había hecho oír la idea de unir las dos Sociedades. (*5) Por ese tipo de "fusión", la tercera que el Padre Planque recibía en ofrecimiento (*6), se entiende que no haya tenido ninguna chance de seducir un Superior tan apegado a la integridad de su heredad. Además éste último apreciaba poco los términos mismos de la proposición y se apresuraba a responder: "Es casi imposible unir su Obra a la nuestra, según su deseo. Usted tiene misioneros de primer plano y ¡bendigo al Señor por ello! De nuestro lado, usted piensa ¡que no tenemos hombres capaces...! ¡Error..! Nuestra desgracia son nuestros muertos. Nadie aquí tiene más de seis años de misión..." (7)

No obstante, Planque se preguntaba todavía sobre la oportunidad de enviar a algunos Padres en esa zona de Nubie, temía solamente volver a encontrar el mismo problema que en El Cabo con tierras extensas pero con una población escasa. (*8)
En ese momento sobreviene el anuncio del deseo de Monseñor Comboni (*9) y eso pone término a las gestiones iniciadas...
Sin embargo en la correspondencia del Padre algunas cartas posteriores hacen pensar que su deseo de entrar en África central no está aún apagado. Y tres años más tarde hace a la Propagación de la Fe, un informe sobre los países que forman el Vicariato de Natal y llama particularmente la atención del cardenal Simeoni sobre la región de Transvaal donde hay urgencia por misionar entre los indígenas: la Cafrérie, por ejemplo, no tiene ningún sacerdote...Pues en ese momento el clima de la Costa de Oro le preocupa tanto como para hacer nuevas propuestas que permitan a la Sociedad, retornar al centro o al sur de África. "Si su Eminencia me pregunta lo que podemos hacer en el Transvaal, le responderé que podríamos enviar misioneros sin perjudicar nuestras otras misiones..." (*10)

Más adelante hablará de nuevo de Nubie con el Padre Pied: "Esté seguro que me interesa todo lo que concierne al interior de Africa central. Siempre he estado en correspondencia con Monseñor Comboni, y si a su muerte tuve que rechazar la dirección de esa misión, era en vista de las dificultades de tener dos Institutos en el mismo lugar..." y al padre Duret agregará:" hubiese aceptado recibir la misión de Comboni completa "ad duritiam cordis", pero la Propagación de la Fe se dio cuenta que el Seminario de Verona podía continuarla." (*11)

Tantos caminos que hubiera querido dejar abiertos, y decía: "Esas regiones son sanas y salubres y los misioneros agotados podría aún prestar allí muchos servicios a la causa de Dios." (*12)
Sin embargo ninguno de esos proyectos pudo continuar...al menos en vida del Padre Planque, pero traducen ciertamente su deseo de avanzar y de ganar nuevos pueblos a la fe cristiana.
En 1880, surge otro deber inmediato y más urgente, el de dirigirse sin titubeos hacia las dos territorios: Egipto y Costa de Oro, donde la Sociedad acaba justamente de entrar y con ella, en lo sucesivo, la nueva Congregación de las Hermanas. Un trabajo grande y duro les espera pero también hermosas tierras de misión. 




*1- Informe al cardenal Franchi, 7/5/1877 para pedir el establecimiento de una nueva misión en la región de los Grandes Lagos en el centro de África. 

*2- Carta de Planque al Padre Passot, 14/10/1877.

*3- Carta de Planque al Padre Dominique, Capuchino, en Carcassone (Aude), 24/3/1878. El padfe Planque ya ve otro proyecto iniciarse en dirección del pueblo de los Gallas, en Etiopía.

*4- Dongola está más al norte, en la orilla izquierda del Nilo, bastante próxima a la frontera egipcia.

*5 y *7- Carta de Planque a Monseñor Comboni, 19/9/1880:"He hablado a nuestro Consejo del deseo que usted tendría de unir su Obra a la nuestra. Evidentemente, no es cosa fácil..."

*6- El Padre Planque ya había recibido una proposición parecida del Padre d´Ornières y, implícitamente al menos, de Monseñor Lavigerie...

*8- En la misma carta que en (*5): "Parece no haber más que desiertos fuera del valle del Nilo, muy angosto en ese lugar y a lo largo del cual, sólo hay pequeños pueblos. ¿Dónde instalar una Misión?"

*9- Cf. carta de Planque al Cardenal Simeoni, 20/10/1881- El Padre hubiera aceptado la división del territorio propuesto por Comboni puesto que "no hay todavía ningún misionero en esa parte del Vicariato de Africa central." Pero habría querido además Berber y el reino de Darfour.

*10 y *12- Carta de Planque al Cardenal Simeoni, 19/3/1884, informe y estadísticas sobre todo el Vicariato Apostólico de Natal.

*11- Carta de Planque al Padre Pied y al Padre Duret, 22/11/1882.

jueves, 11 de junio de 2015

CAPITULO 7: HACIA OTRA ÁFRICA (19)

3- MISIÓN EN EL CABO (5)
En otros puntos también, como Mossel-Bay, Oudstone, comunidades cristianas comenzaban a reunirse. Si algunas de las misiones protestantes formaban como bastiones difíciles de penetrar, las relaciones estaban bastantes distendidas para que se pudiese celebrar casamientos mixtos y ayudar a los hermanos separados a arraigarse un poco más a la fe en Cristo. (*1) El Padre Planque incluso había considerado mandar religiosas a Georgetown, visto el número de niños que se recibía en las clases (*2). Y monseñor Ricardo, obispo de El Cabo oriental, que había tenido la ocasión de apreciar el trabajo cumplido por los Padres, había felicitado a su Superior, asegurando que "esa empresa sería quizás el comienzo de algo muy grande" (*3), tanto el celo, como el desinterés de la Sociedad y la eficacia de sus métodos misioneros podían, evidentemente, aportar algo nuevo. 

¿Cómo no lamentar entonces, que la Sociedad haya debido decidirse a abandonar El Cabo y que la Misión haya durado poco cuando parecía tan bien iniciada? Tantas idas y venidas de una jurisdicción a otra, tantas pequeñas rivalidades que llegaban enfrentar a Institutos, sin embargo todos servidores de un mismo Evangelio, ilustran bien la situación que ha existido entonces no sólo en el sur sino en otras partes del continente. En esa época, cantidad de religiosos misioneros están atraídos y como fascinados por esas nuevas tierras todavía cerradas a la fe cristiana; cada uno encuentra los mejores motivos para buscar un lugar y sobre todo para anclarse sólidamente sin verdaderos deseos de colaborar con los demás. Y ¿quién tiene, de esos lugares, una idea exacta en cuanto a su ubicación, su clima, su tipo de vida, la densidad de la población...? Nada de sorprendente, entonces, si las jurisdicciones están lejos de estar bien repartidas entre los Institutos y di la misión no responde siempre a las necesidades de los pueblos o a las posibilidades de los evangelizadores. 
Regiones extensas permanecen sin ser visitadas, mientras que se atropellan en otros lugares. Agustín Planque será uno de los primeros en hacer los relevamientos exactos de los territorios, de sus subdivisiones políticas y religiosas, e incluso de las rutas interiores seguidas por los exploradores.

Al comienzo quizás fue demasiado rápido, precipitó la partida de los Padres, en su prisa de satisfacer a los que no podían estar quietos en Lyon. Entonces se contentó en poner su confianza en Grimley para quien "¡todo marchaba por sí solo!" O en la Propagación de la Fe...pero ¿qué informaciones podía esperar de ella? Muy a menudo, en Roma, se conocía a las misiones sólo a través de los informes transmitidos por los Institutos o por los Estados coloniales como Portugal...Era difícil salir de ese callejón sin salida...

A tantos problemas complejos se agregó otro, interno a la Sociedad. Veremos más adelante qué corriente de protesta se levantó en El Cabo, que perturbó a varios. 
Precisamente, uno de los brazos derechos del Padre Planque se convirtió en el principal agitador. Cuando pasó a los Metodistas después de haber sembrado el desorden alrededor de él, habrá dado un rudo golpe a los Hermanos a quienes dejará por un tiempo abatidos y desamparados...

Serán necesarios dos largos años, para que las Misiones Africanas se desprendan totalmente de El Cabo, los misioneros Espiritanos buscan por todos los medios, modificar los arreglos cerrados con la Santa Sede. Para que no se les de puestos en la costa sur, habrían finalmente aceptado ceder una parte de la "Cimbébasie". Entretanto, el Padre Planque persevera, incluso si debe esperar hasta 1882 para que sean liberados los últimos misioneros, destinados también a incorporarse a la Costa de Oro.



*1- Carta de Planque al Cardenal Franchi, 18/7/1875: "Los Hermanos me escriben...que si tuviesen el poder de otorgar las dispensas para los casamientos mixtos, ellos mismos celebrarían las uniones que se realizan entre los protestantes..."

*2- Carta de Planque al Padre Dervernoille, 21/7/1875: El Superior no pudo conseguir religiosas de la Sagrada Familia de Bordeaux.

*3- Carta de Planque al Padre Gaudeul, 11/6/1875.



domingo, 7 de junio de 2015

CAPITULO 7: HACIA OTRA ÁFRICA (18)

3- MISIÓN EN EL CABO (4)
Sin embargo en Roma, desean que las Misiones Africanas tengan éxito en África del Sur. 
Se les ofrece de ese modo, hacia el este, el territorio comprendido entre los dos ríos Limpopo y Zambese. Pero deberán respetar la presencia de los portugueses siempre dominante en ésta costa de Mozambique. Sería una buena solución, tanto más aceptable que parece convenir a Monseñor Jolivet y al Superior General de los Oblatos de San Francisco de Sales (*1).
Nueva decepción: los datos de la Propagación de la Fe son muy imprecisos sobre la situación geográfica de los diferentes países; resulta que el Lopompo-Zambese ya ha sido atribuido a los jesuitas...que están a punto de ocuparlo. "¡Una hermosa confusión!" concluye el Padre Planque con filosofía...pero agrega también: "la vida es una serie de largas paciencias" (*2). La suya es verdaderamente puesta a duras pruebas.

Estas complicaciones permanentes lo fuerzan a aceptar la decisión de Roma de cambiar la Prefectura del Cabo por la de la Costa de Oro...lo que no podrá hacerse todavía sin largas conversaciones con los Padres del Espíritu Santo...(*3)

Y sin embargo El Cabo estaba a punto de convertirse en una hermosa misión, ciertos puestos daban esa esperanza. Existía Sainte-Hélène donde le Padre Moreau animaba ya una pequeña comunidad cristiana muy practica, con una escuela que funcionaba bien, a pesar de algunas rivalidades del lado de los Protestantes, y para participar en el desarrollo del país, el Padre hasta había iniciado una plantación de café. estaba sobre todo Pella, "ese lugar donde sólo se encontraban chacales." Pero, escribían los Padres, "en el centro de los terrenos que el gobierno de la colonia ha concedido a la Misión, hemos atraído a algunas familias lo que hace una buena centena de habitantes cuya mitad ha recibido ya una educación católica. Con treinta alumnos en las clases, es un comienzo modesto pero sólido." (*4)
Pella prometía ser un pueblo cristiano que ayudaría a otros a comenzar su camino, "una hermosa misión, decía el Padre Planque con pesar, y si todo se hubiese parecido a Pella, se habría ciertamente conservado la Prefectura pues habría habido trabajo para todos." (*5)



*1- Carta de Planque al cardenal Franchi, el 2 y el 19/5/1878. la solución propuesta a la Propagación era satisfactoria. Cf. carta de Planque a Monseñor Zitelli, 4 de mayo; al padre Moreau, 16/6/1878 y de nuevo a Franchi, 26/12/1878.

*2- Carta de Planque al Padre Gaudeul, 9/1/1879.

*3- Carta de Planque a Gaudeul, 18/5/1879: Las Misiones Africanas se establecerán en la Costa de Oro y los Padres del Espíritu Santo en el Cabo, reservándose Cimbebasie.

*4- Carta de Planque  al cardenal Franchi, 2/2/1877.

*5- Carta de Planque al cardenal Simeoni, 24/12/1881.

sábado, 6 de junio de 2015

CAPITULO 7: HACIA OTRA ÁFRICA (17)

3- MISIÓN EN EL CABO (3)
Si se deben constituir dos Vicariatos distintos y que sean viables, se considera ya que la división no será fácil. Al principio al menos, el Padre da muestras del más grande desinterés...y es incluso como un impulso nuevo que pasa a través de las reivindicaciones de los distintos institutos interesados. Pues importa poco a los misioneros de la Sociedad ir a un lado u otro, lo que desean ante todo es evitar los desacuerdos. (*1) Pero el Superior pide que no se les atribuya solamente lugares desiertos y casi inhabitados donde perderán coraje si no pueden actuar. (*2)

Por más sorprendente que eso pueda parecer a la luz del Evangelio, debemos en efecto tomar conciencia que, en esos países tironeados entre los colonialismos europeos que se enfrentan sin misericordia, existe otra forma de reivindicación, ¿podríamos llamarlo una especie de colonialismo eclesial? Iglesias nacionales o Institutos presentes en la región obtuvieron, a veces de muy larga data, jurisdicciones que han permanecido invariables y quieren ciertamente mantener este derecho. Todos aman los lugares donde establecieron sus misiones como una propiedad reservada, incluso si, por insuficiencia de personal misionero, no llegan siempre a responder a las necesidades de la evangelización. Así, monseñor Léonard, que en el momento de su visita en Lyon, había ofrecido a las Misiones Africanas acogerlas en una parte de su Vicariato, una vez de regreso en su país se amoldó con agrado al punto de vista de su vicario general, el dr. Mac Mahon, que busca recuperar los puestos concedidos. (*3)

Sin embargo el acuerdo terminó por resolverse y en el intervalo de algunos meses, la Propagación de la Fe pudo crear la Prefectura Apostólica del Cabo, que se convirtió en posesión de la Sociedad de Lyon (*4). No obstante, ésta nueva Prefectura se encuentra hacia el norte mucho más limitada que lo convenido. le toca al padre Planque reclamar que se permita a sus misioneros acceder hasta los bordes del río Orange donde se encontrarían más cómodos abriendo camino junto a poblaciones autóctonas. 

Pero cuando están listos para llegar a la región del lago N´gami al cual desearían hacer el centro de su misión del interior, el Vicario Apostólico de Natal, Monseñor Jolivet (*5) decide extenderse por ese lado y los empuja hacia la costa oeste...Para ellos, el resultado no es mejor porque esta vez tropezarán con el Pro-Prefecto del Congo, el Padre Duparquet, que reivindica el río Orange como límite sur de su Prefectura, y a los misioneros Espiritanos que no quieren abandonar nada de la Cimbébasie (*6). El Superior puede ciertamente, mapas en la mano, asegurar a la Propagación de la Fe que ese territorio no pertenece a ninguna jurisdicción y reclamar que se les permita finalemente trabajar al otro lado de la rivera derecha del río Orange...otra vez debe ceder y renunciar a su plan. (*7)


*1- Carta de Planque a monseñor Léonard, 21/3/1874. Es verdaderamente una carta de conciliación.

*2- Carta de Planque al Padre Pourret, 7/11/1874: "la desgracia de  éste país, es tener solo algunos habitantes diseminados en inmensas comarcas."

*3- Carta de Planque al cardenal Barnabo, 6/1/1874: "Monseñor Léonard de dejó seducir por las ideas del Dr. Mac Mahon."

*4- Carta de Planque al Cardenal Franchi, 2/8/1874. La Propagación de la Fe fundó la Prefectura del Cabo el 13/7/1874. Cf. Planque a Franchi, al Padre Devernoille, 20/9/1874, y a Monseñor Léonard, 21/2/1874.

*5- Monseñor Jolivet, Oblato de San Francisco de Sales, está encargado del Vicariato de Natal, el este de la Prefectura del Cabo. El Vicariato del Cabo de Buena Esperanza, con monseñor Léonard, está al oeste.

*6- Cimbébasie ocupaba la costa del Atlántico, desde el norte de Namibia al centro de Angola (entre los paralelos 10 y 20)

*7- Informe del padre Planque a la Propagación de la Fe, 3/5/1877, sobre la Prefectura del Cabo.

miércoles, 3 de junio de 2015

CAPITULO 7: HACIA OTRA ÁFRICA (16)

 3- MISIÓN EN EL CABO (2)
Todo esto puede explicar la presencia, ya antigua en el país, de misiones protestantes, activas y sólidamente organizadas, reforzadas con la llegada de calvinistas franceses que prefirieron exiliarse debido a la hostilidad de los soberanos católicos en los siglos XVI y XVII (*1). La rivalidad manifiesta de todos estos hermanos separados mantuvo por mucho tiempo alejados a los católicos, privándolos incluso de acceso directo al país hasta que pudiese ser fundado en 1837 el Vicariato Apostólico de El Cabo, confiado a los misioneros holandeses. Por esta razón, los anteriores obispos del lugar, Griffith, Devoucaux o Grimley, habiendo comprobado el retraso de las Misiones católicas, habían deseado recibir, para las poblaciones indígenas, un personal más numeroso y se quejaban de su pobreza cuando veían que Europa enviaba generosamente misioneros hacia el Extremo Oriente.

De hecho, el Padre Planque no se había decidido fácilmente a dejar partir sus hombres tan lejos en el otro hemisferio. Aún más que la distancia, temía la influencia de los holandeses, descendientes de los primeros colonizadores y bastante poderosos en la región para imponer a todos su lengua y cultura. Ahora bien, no más que en España o en el Dahomey, la Sociedad no desea hacer obra "nacional". Puesto que viene a servir al Evangelio, ha adoptado un espíritu resueltamente "católico". Habrá que perseverar, pero al mismo tiempo convencer a aquellos Hermanos, que permanecen siempre escrupulosamente vinculados a la Costa de Guinea, que las Misiones Africanas no deben limitar su campo de acción únicamente a las personas de raza negra y que pueden establecerse en el sur del mismo modo que intentan hacerlo todavía en África del norte...(*2)

Si los primeros Padres que quedaron en la isla Santa Helena tuvieron una impresión favorable, no sucedió lo mismo con los que desembarcaron en el continente. Pues el país es extenso, pero los pueblos pequeños, las poblaciones muy diseminadas y los obreros que trabajan en las minas se trasladan a menudo, pero las familias no los siguen. Es por lo tanto un medio inestable y un conjunto de condiciones de vida que no favorece ninguna esperanza seria de construir una misión. Sin embargo, uno después del otro, los Vicarios Apostólicos reclamaron refuerzos. Pero ¿dónde y cómo pensaban emplearlos? El Padre Planque casi lamenta haber enviado semejante batallón (*3) En adelante todos los esfuerzos de los misioneros se aplicarán en encontrar un camino que suba del Cabo hacia el norte donde hay menos colonos y más indígenas, es decir un pueblo más nuevo junto a quienes esperan iniciar una primera evangelización. 



*1- Los Protestantes se expatriaron en cantidad después de la Revocación del Edicto de Nantes en 1685.

*2- Carta de Planque al Padre Devernoille, 21/1/1874.

+3- Carta de Planque a Barnabo, 6/1/1874; al Padre Devernoille, 21/1/1874  y a Monseñor Léonard, 21/3/1874.

lunes, 1 de junio de 2015

CAPITULO 7: HACIA OTRA ÁFRICA (15)

3- MISIÓN EN EL CABO (1)
Por todo ésto, el año 1872 comenzó en el desorden. El Padre Planque debe luchar en varios frentes, en la Propagación de la Fe debe desacreditar los ataques de Lavigerie contra las Misiones Africanas y al mismo tiempo, conservar su sangre fría para responder a su eventual nominación de Vicario Apostólico. Pero nada de todo eso le hace olvidar la necesidad de obtener un lugar donde la Sociedad pueda extender su campo de acción sin temor a ver desaparecer, uno después del otro a todos su miembros. Piensa entonces, en reactivar las gestiones ya en trámite por el lado del Cabo de Buena Esperanza. Y aún si en el verano Monseñor Callot vino a ofrecer otra oportunidad de volver a Argelia, no abandonará ahora la pista hacia el sur. 

Desgraciadamente, Monseñor Grimley, uno de los primeros que había propuesto a las Misiones Africanas, instalarse en el distrito del Cabo, murió poco después de terminar el Concilio Vaticano I. (*1) Y se puede temer que durante la vacancia de la sede, Roma no esté dispuesta a hacer una partición del Vicariato. Pero el padre Planque, determinado a no perder tiempo sigue la marcha del proyecto que había servido de base para los acuerdos con el obispo difunto. El sucesor de Grimley, Monseñor Léonard, al año siguiente de paso por Lyon, se declara favorable a una colaboración con las Misiones Africanas y dispuesto a llevar al sur a los Padres que ya estuviesen disponibles.(*2). Pero Roma ahora quiere diferir esa partida bajo el pretexto que el nuevo obispo debe visitar su vicariato antes de modificar los límites. Agotada la paciencia, parece que el padre Planque reaccionó bastante acaloradamente: "Ya no es posible seguir esperando, dice, por el riesgo de desmoralizar a los Padres sometidos desde hace meses a la inactividad." En términos de una firmeza que no se le conocía frente a Barnabo, aunque siempre respetuoso, rechaza toda objeción: "Le ruego, tenga a bien concluir, escribe, la fundación de esta nueva Misión y permitirme enviar inmediatamente un primer grupo de cinco o seis misioneros." (*3) Y después de haber recordado que un nuevo atraso sería perjudicial tanto para el seminario como para los sacerdotes, agrega: "Le suplico, Eminencia, no esperar para el envío del Breve de fundación." (*4)

La audacia del tono convenció, es verdad que el Padre Planque habla a un amigo, y tiene éxito. Dos sacerdotes parten en mayo, primero van a parar a Santa Helena. Otros seis los seguirán (*5). Es un gran contingente de hombres que llegan a estas tierras que les son más lejanas y desconocidas que
las del África occidental: Mossel-Bay, Oudstone, Georgetown, Beaufort, etc.

En ésta inmensa región que no se parecen en nada al Dahomey, los portugueses ocupan siempre el este alrededor del Canal de Mozambique, donde llegaron a fines del siglo XV, después del viaje de Vasco de Gama. Pero los holandeses establecieron las colonias más grandes en el sur, abriendo las puertas a los inmigrantes que se convirtieron en granjeros. Estos encontraron fácilmente en la población los miles de esclavos que necesitan para trabajar en las plantaciones. A su tiempo, los ingleses llegaron a fundar algunas factorías en la Costa esperando aumentar su parte después de los tratados de 1815, y de reforzar mucho más su dominio después de haber vencido a los Boers. (*6)




*1- Carta de Planque a Barnabo, 15/7/1871.

*2- Carta de Planque al Cardenal Barnabo, 9/3/1873.

*3- Carta de Planque a Barnabo, 2/4/1873.

*4- Carta de Barnabo a Planque, 30/4/1873, AMA, y carta de Planque a Barnabo, 31/7/1873.

*5- Carta de Planque a Barnabo, 31/7/1873. Dos sacerdotes partieron el 15 de mayo y otros seis, el 5 de julio de 1873.

*6- Los Boers fueron vencidos en 1902, después de dos años y medio de guerra.