viernes, 19 de diciembre de 2014

"USTED ESTARÁ ALLÍ" (11)

3- EL SEMINARIO (1)

En Roma, la decisión de continuar la obra de Brésillac fue recibida muy favorablemente. "Con verdadera alegría, yo diría, con admiración", escribe Barnabo, "ésta Sagrada Congregación ha visto que lejos de acobardarse por la terrible prueba, usted y los alumnos del Seminario, por el contrario, han cobrado un nuevo impulso." (*1)
En cuanto a los distintos organismos y autoridades, el joven director fue reconocido si ningún equívoco como legítimo sucesor al frente de la Sociedad. Pero sin embargo, se puede lamentar que ninguna declaración de Roma haya intervenido para establecer claramente las responsabilidades y los poderes de Agustín. A modo de nombramiento, debe contentarse con el encabezado de la primera carta enviada por la Propaganda al "Señor Superior del Seminario de las misiones Africanas de Lyon." Como acto oficial, es pobre. Las difíciles circunstancias que rodean el cambio de dirección habrían necesitado un reonocimiento más explícito de la sucesión, lo que hubiese reforzado la autoridad de Planque. Las resistencias que se exrpesarán luego con respecto a su gobierno y el malestar que él sentirá no hubiesen tenido entonces ningura razón de existir. ¿Habrá creido el Cardenal Barnabo, que si llevaba a Agustín a la primera fila, habría disninuído su propio protagonismo? Hay que admitir, en todo caso, que esa falta de precisión en el origen de la re-fundación actuó en contra de la armonía y entendimiento entre los Hermanos y el Superior. 

Sin embargo, sin pedir más, Agustín Planque, ha puesto ya manos a la obra para runir "a los miembros que han quedado de pie a pesar de la prueba" y acoger a los nuevos. De hecho, en el transcuros de los primeros meses y hasta los dos primeros años, habla poco del Seminario en su correspondencia. Africa le preocupa más y el medi de establecerse nuevamente en ella. Pero se percibe, sin embargo, que en Lyon, progresivamente, todo vuelve a funcionar: ¿no es acaso el Seminario la reserva indispensable que preveerá, llegado el momento, los misioneros decididos a partir?

jueves, 18 de diciembre de 2014

"USTED ESTARIA ALLÍ" (10)

2- CON LA IGLESIA (5)

Un tipo de relaciones que es fácil suponer, no carece de choques y conflictos. El nuevo Superior ha sufrido verdaderamente por las lentitudes de la organización eclesial, silencios, ciertas reticencias que cree percibir hacia él, momentos de vacío en el que se siente como abandonado, solo, ante insuperables problemas de gobierno. A menudo decepcionado y cansado de esperar, no callará ni su angustia, ni sus quejas. Pero si ha hecho también él, despues de tantos otros, la experiencia de lo que cuesta ser fiel a la iglesia, su confianza hacia ella permanecerá inquebrantable, en los buenos como en los malos días. y, a pesar de su perturbación, persevera en su acción con paciencia y fe, hasta que le llegue finalmente una nueva esperanza...con las respuestas o las soluciones de Roma. Por eso, a pesar de las sombras que han podido oscurecer sus relaciones, el buen entendimiento y la identidad de vistas siempre se han mnantenido entre el Prefecto y el padre Planque. Y fue una suerte: sin ese apoyo ¿qué hubiese podido hacer el Superior para salir de algunos callejones sin salida?

Desaparecido Barnabo, en un período particularmente crítico para la Sociedad (*1), se necesitará tiempo para que se restablezca, con los Prefectos que le sucederán, relaciones tan directas y confiadas. En época más tardía, el Padre Planque llegará a confesar su temor de ir a Roma, donde las personas le son menos conocidas. Tanto más cuanto que las acusaciones dirigidas contra él en ciertos momentos, e incluso los golpes bajos, no contribuirán tampoco a crearle un clima que le sea favorable. Pero su rectitud y su interés triunfarán siempre. 

Prueba de ello es una carta del Cardenal Ledochowski que declara que "no conoce personalmente al padre Planque, pero que desea mucho encontrarlo pues siempre estimó en gran manera al director de uno de los institutos más meritorios de nuestros días en el mundo de las misiones." (*2)
Ese mismp Prefecto Ledochowski, , el cuarto de aquellos con los cuales tratará los asuntos  de sus Institutos (*3), le  dará testimonios continuos de comprensión, de sostén y de amistad.

En la Propaganda Fide, Agustín Planque será siempre un interlocutor estimado...Y ciertamente su abnegación para con las misiones y su sumisión ejemplar a las autoridades romanas, merecían ciertamente respeto y consideración. No había escrito acaso: "No somos otra cosa que soldados del Papa para las conquistas pacíficas del Evangelio en los pueblos más abandonados (*4), y a dos de sus sacerdotes que estaban en dificultades: "No debemos permitir que en Roma se diga que uno de nosotros se negó a obedecer al Papa...aunque fuese en el interés de nuestra obra y de nuestras misiones." (*5)

Según el deseo de los dos Fundadores, para la Sociedad de los Padres y para las Hermanas que vendrán después, la fidelidad a la Iglesia de Cristo permaneció como uno de los signos distintivos de su compromiso con la Misión. 


* 1- El Cardenal Barnabo muere el 28/2/1874, las cuestiones de Argelia no están aun ordenadas, la Sociedad se instala en El Cabo, no sin esfuerzo, y está próximo a la controversia con Couzon.

* 2- Carta del Cardenal Ledochowski a Monseñor Fava, 10/7/1892.

* 3.- El Padre Planque conoció otros cuatro Prefectos después del Cardenal Barnabo: Franchi (1874-78), Simeoni (1878-92), Ledochowski (1892-02) Gotti (1902).

* 4- Carta de Planque al Sr. x , 19/9/1868.

* 5- Carta de Planque a los Padres Terrien y Boutry, 11/12/1891.
 

martes, 16 de diciembre de 2014

"USTED ESTARÌA ALLI" (9)

  2- CON LA IGLESIA (4)

Si examinamos en particular los quince primeros años del gobierno del Padre Planque, no podemos dejar de advertir su necesidad de escribir al Prefecto, de pedir consejo, de proporcionalre los mínimos detalles sobre sus proyectos o dificultades, y hasta sobre los primeros conflictos que ya lo enfrentan con los sacerdotes de la Sociedad...(*1)
Las opiniones de la Propaganda le sirven como referencia constante, casi un medio de conducir a la Sociedad y de acallar las oposiciones. Planque necesita, de alguna manera,cubrirse con una autoridad superior a la suya. Para conocer ese comportamiento del reciente Superior, es suficiente recorrer las sesenta cartas dirigidas a Barnabo, asentadas desde agosto de 1859 a enero de 1874...sin contar las entrevistas directas con él o con los responsables de la curia. Y en la correspondencia regular del Superior con los sacerdotes de la Sociedad en misión, tambíen cuántas alusiones al poder del Prefecto y de sus colaboradores, a su autoridad legítima, a su derecho de ser informados de los problemas y de mandar. (*2)
El Padre Planque establecerá particularmente, paso a paso, con Barnabo, las Constituciones de la Sociedad.

Cuando conocemos la conciencia tan facilmente recelosa que el Superior tiene de su cargo y de sus responsabilidades, tend´riamos motivo para extañarnos de un docilidad tan grande. Pero el respeto por la Iglesia no le quitó nada de su libertad par juzgar los asuntos que le conciernen. Permanece dueño de la situación, aunque no es el único ni el primero. Tendrá siempre el valor de discutir acerca de sus convicciones íntimas, como sus desacuerdos. nada en ël se asemeja al servilismo o a una renuncia. con ese hombre elal y recto que es el Cardenal Prefecto, Agustín Planque sabe que puede volver sobre el tema, insistir para hacerse oír, aunque más de una vez deberá someterse a puntos de vista diferentes a las suyas.


* 1- Carta del Padre Planque al Padre Borghero, 18/3/1864 y 18/ 11/1863: "Tengo al Cardenal Barnabo informado de todo lo que concierne a la misión.", "como también lo referente al gobierno de la Sociedad"...Cf. carta a los hermanos, 16/7/1862

* 2- El Sr. Lafitte escribe al Padre Planque, 3/10/1862: "No veo que es lo que tiene que hacer el cardenal Barnabo en la misión..." La respuesta del Padre Planque, 16/11/1862, le recuerda el respeto al Cardenal, cf, la carta a Barnabo, 2/8/1863.



jueves, 11 de diciembre de 2014

"USTED ESTARÌA ALLI" (8)

2- CON LA IGLESIA (3)

La Propaganda Fide, que aún hoy es uno de os organismos más importantes de la Curia romana, era ya famosa tanto por su antigüedad como por su influencia. Y su prestigio crecía cada vez más gracias al movimiento que llevaba a los cristianos a interesarse en las misiones. estaba dominada entonces por un personaje bastante sorprendente "con actitudes hasta despóticas", el Cardenal Alessandro Barnabo, que en 1856 tomó la responsabilidad de Prefecto de la Congregación después de haber sido consejero y secretario. "Muy unido a su obra, amigo fiel y adversario generoso a pesar de su brusquedad, sus palabras mordaces y su lenguaje espontáneo y franco que utilizaba incluso con el Papa, ese apasionado por las misiones dirigirá su marcha y expansión durante cuarenta y tres años, con rigor y autoridad, pero también con una perfecta competencia y sentido de la organización." (*1)

Como Prefecto, Barnabo desempeñará un papel muy importante con respecto a las Misiones Africanas. Puesto que su cargo no le permite partir hacia África como hubiesen sido sus deseos, se empeña en satisfacer ese sueño, por decirlo asì, a través de Brèsillac y Planque. El personalmente, impulsa la fundación y acepta finalmente, luego de largos intercambios, la opción de Sierra Leona, creyendo sinceramente que el Dahomey estaba lleno de peligros (*2) haciendo suya la opinión de Monseñor Kobès. Más adelante, alienta y protege a la joven Sociedad, sigue sus primeras implantaciones, las tentativas de penetración hacia el interior, se mantiene al corriente de todo. Con frecuencia también es quien da órdenes y toma decisiones. "Mientras Barnabo vivió, fue el verdadero patrón de la Obra, la quería y sostenía...(*3) podrá decir Agustín después de la muerte del Prefecto.

Pero, ¿Cómo el ímpetu, la famosa "furia francesa" (*4), de un Brèsillac y luego de 1859, la fuerte personalidad de un Planque, pudieron adecuarse a la dirección del Cardenal Prefecto que, hay que decirlo, era bastante tiránica? Es un verdadero interrogante.... Para responder, debemos recordar primero hasta qué punto los dos Fundadores están como viceralmente vinculados a todo lo que proviene de Roma, y comprender así el desaliento en que había caído el obispo después de Coïmbatour y, aún más su reemplazante después de Free-Town. Sucesivamente, tanto uno como el otro necesitarán un apoyo sólido, pero también de un intendente con cierto poder de decisión. Ese intendente será Barnabo.


*1- "Historia de la Iglesia", Fliche y Martin. "El Card. Barnabo", por Hubert. Barnabo había sido nombrado consultor de la Propaganda Fide desde 1831. Habiendo subido todos los escalones, permaneció hasta 1874.

* 2- El Cardenal Barnabo había preferido Sierra Leona al Dahomey, teniendo fe en la opinión de Mons. Kobès a quien había consultado. Cf. Carta de Barnabo a Kobès, 14/01/1856, DMF, pág 207, nota 2.

* 3-  "Barnabo era el verdadero "patròn" de la Sociedad". Cf. Carta de Planque a la Propaganda Fide, 21/6/1886.

* 4- Carta del Padre Dominique, capuchono a Mons. de Brésillac, 17/8/1857: "Mons. Barnabo descubre en usted demasiada "Furia francesa"..." cf. DMF, ág 176, n. 1.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

"USTED ESTARÍA ALLI" (7)

2- CON LA IGLESIA. (2)

Para Brésillac y su amigo, que hablan de ella con mucho ardor y fe, la Iglesia no tiene nada de mito o de abstracción y se presenta con rostros que se han vuelto familiares a ambos. También ellos, como el cardenal Giraud, fueron seducidos por Pío IX, el Papa sencillo y popular, en quien "un temperamento alegre, una gracia simpática y acogedora, una sonrisa llena de inteligencia" comunicaban el "encanto fascinante que emanaba de su persona." Esas cualidades de relación le habían ganado la simpatía de una gran mayoría del mundo cristiano. Y explicaban al menos en parte la "devoción al Papa, que se desarrolló de manera espectacular en Francia en los años 1870 y que facilitó la aceptación del principio de infalibilidad, com también del movimiento de centralización que se acentuará en la iglesia despues del Vaticano I." (*1)

Los encuentros de Agustín Planque con Pio IX fueron, sin embargo, bastante escasos.
Sabemos que después del duelo de Free-Town, el Papa acogió con mucha satisfacción el reinicio de las Misiones Africanas. "Dio sia benedetto", había exclamado. Y afirmaba: "La Obra vivirá, si vivirá!" Esa benévola simpatía del Papa Pío IX con respecto a la Sociedad, contribuyó para reconfortar al nuevo Superior que la recordaba complacido, cuando escribiá a sus amigos: " El Papa en persona se dignó decir al Cardenal Barnabo que se sentía feliz por nuestra perseverancia para continuar la empresa de Monseñor Marion de Brésillac. Luego, en la audiencia que tuvo a bien concederme, repitió lo mismo, con los estímulos más paternales y bendijo muy especialmente a la Obra, a sus bienhechores y amigos." (*2)

De hecho, Monseñor Marion de Brésillac y el Padre Planque, más que con Pío IX, tendrán una comunicación fluida con la Propaganda Fide(*3), que es actualmente la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Agustín debe ya a su maestro y amigo el haber sido iniciado en el gobierno de las misiones, universo complejo en el que ha penetrado por una puerta que personalmente no hubiera elegido. Pero puede sobre todo felicitarse por haber tomado, gracias a él, un primer contacto con el engranaje esencial de la actividad misionera. Pues en el verano anterior a su partida, y para "que se penetre del espíritu de la Iglesia", el nuevo Vicario apostólico de Sierra Leona había llevado consigo a Roma, a quien había elegido para ser su brazo derecho. (*4) Ese primer viaje del Padre Planque fue un primer paso prenonitorio. También será una lección bien recibida puesto que, convertido en Superior, y durante toda la duración de su gobierno, retornará a Roma un número incalculable de veces. 
A los dos polos que ya orientan su acción, Lyon y Africa, se agrega inmediatamente un tercero, la Propaganda Fide, que se convertirá en garante de todas sus decisiones.

Es entonces natural que el Padre Planque acuda a ella cuando trata de salvar a la Sociedad del naufragio. Pues si bien dio a conocer y sin ambigüedad su interés de continuar, al mismo tiempo insiste en testimoniar su obediencia y la de todos los suyos escuchando "la voz de la Santa Sede" que "Siempre creyó que es la misma voz de Dios."



* 1- Cf. "Historia de la Iglesia", Fliche y Martin, el Pontificado de Pió IX, por Hubert.

* 2- Carta de Planque a un amigo, 05/11/1859.

* 3- La Progpaganda Fide fue fundada en 1622 para dar iniciativa y control a la Sede apostólica en todo lo referente a la expansión de las misiones. En 1967, se convirtió en "Congregación para la Propaganda Fide y para la Evangelización de los Pueblos", y en 1988, pasó a ser la "Congregación para la Evangelización de los Pueblos."

* 4- Carta de Brésillac al Cardenal Barnabo, 20/01/1858: "Posiblemente me acompañe el Padre Planque, para que se penetre del espíritu de la Propaganda Fide"; DMF, pág. 212.

* 5- Carta de Planque al Señor Bouche, 15/12/1867, y al Señor Abate Vallier, 18/07/1862: "Nuestra Sociedad está bajo la dirección de la Santa Sede, de la cual, la Congregación de la Propaganda Fide, es el órgano"; cf. también, carta de Planque al Card. Gotti, 06/08/1902.

"USTED ESTARIA ALLI" (6)

2- CON LA IGLESIA (1)

Siguiendo el ejemplo del obispo desaparecido, Agustín Planque mantendrá vínculos muy estrechos con Roma y también con los distintos organismos responsables.
Para expresar su adhesión a la Iglesia, Brésillac había tenido palabras vibrantes y llenas de ardor: "Santa Iglesia!, Mi madre! Santa Iglesia Católica, aposótlica y romana, única verdadera Iglesia de Jesucristo, sed hata el fin de mi vida el único móvil  de mi ambición en la tierra!" (*1) Nada se puede construir sin la Iglesia. El obispo debió convencerse de eso aún más todavía a través de las experiencias que ahbía vivido sucesivamente en Coïmbatour o en Roma después de 1854, cuando en realidad hubiese querido dedicarse lo antes posible "absolutamente a lo apostolico, ir directamente hacia los nuevos pueblos" (*2)
Toda misión parte de la Iglesia y esas pocas palabras del documento citado, redactado posiblemente a su regreso de la India, retoman la misma idea: "El misionero es un enviado...enviado por su obispo o por el Papa para dedicarse al mkinsiterio apostólico" (*3) allí donde cristiandades nuevas no han tenido oportunidad de nacer.

En términos menos entusiastas, por cierto, pero igualmente convencidos y sinceros, Agustín demostró siempre los mismos sentimientos: "Amaba a la Iglesia, al Papa y a toda la jerarquía", recordará una de las primeras Hermanas de Nuestra Señora de los Apóstoles. "La Iglesia nos envía como una milicia activa...con ella y con la inspiración del Espíritu Santo hay que participar lo mejor posible en los combates del Señor..."
Es verdad que para aprender a caminar por ese camino y "perseverar en él a pesar de todos los obstáculos" (*4), Agustín Planque había tenido una buena escuela. recordemos la época de la calle Royale, de los seminarios mayor y menor. La formación cristiana, recibida por el adolescente y el jovén clérigo que era entonces, lo había conducido a una especia de veneración por el Vicario de Cristo.
La influencia ejercida por el Cardenal Giraud, que marcó tan profundamente a Agustín, fue ciertamente determinante, en ese punto preciso de su unión con roma. A medida que se sucedían los acontecimientos, el arzobispo de Cambrai, crecía en su "adhesión a la Sede de Pedro y se fortificará en una amistad muy fuerte con Pio IX" (*5). Y cuando el papado se verá atacado en Italia por la Revolución de 1848, el cardenal Giraud se contará entre los defensores más decididos de Pío IX, expulsado de Roma y refugiado en Gaéte. (*6)


*1 y *3- Cf. "Mi pensamiento sobre la Misión" de Monseñor de Brésillac, documento no fechado. DMF, pag. 79.

*2- Carta de Brésillac a Monseñor Barnabo, 26/5/1885.

*4- Carta de Planque al Padre Cloud, 19/12/1866.

*5- "Historia de la Diócesis de Francia, Cambrai, Lille", cap. 2, pag. 227. 

*6- Los disturbios en Italia durante la revolución de 1848 obligaron al Papa a huír a Gaéte, cerca de Nápoles.

viernes, 5 de diciembre de 2014

"USTED ESTARIA ALLI" (5)

1- EL SUCESOR (5)

Señalemos que esa austera espiritualidad concuerda con el pensamiento de los cristianos de su tiempo, entre otras, es la de un San Juan María Vianney o de otros fundadores de Institutos. Existe en ellos, sin duda, restos de un Jansenismo riguroso para el cual la justicia de Dios exige el sacrificio...y no deja mucho lugar para su ternura de Padre...Los caminos que conducen al Calvario no siempre desembocan en el luminoso descubrimiento de la Resurrección.

Nada tan exagerado, sin embargo para el Padre Planque. Por el contrario, la prueba nunca alteró su confianza en el Señor. Dios es pare él un Padre infinitamente cercano y bueno. En todas las etapas de su vida lo encontraremos sostenido por la esperanza, "que es siempre más fuerte que las horas de tristeza", y profundamente seguro de su fe. Pues, la fe, es el verdadero incentivo de su vida...al punto que si debíeramos definir a Agustín con una palabra, "Fe", es la que deberíamos elegir.

Estamos obligados a comprobar que conoció-más que otros, quizás- una vida singularmente difícil. Y tenía razón al escrbir, refieriéndose a la Sociedad y a sí mismo: " Si la prueba es el esllo de las obras de Dios, no podemos negar que desde el mismo instante de nuestro nacimiento, estamos marcados con ese sello" (*1)
No le faltaron ni problemas de salud que lo afectaron desde su juventud, ni sobre todo, la muerte que se lleva a familiares, amigos y cuánto más, a los Padres y Hermanas de las dos Sociedades: golpes muy duros para la amistad que profesaba sinceramente a cada uno y a la Misión de la que eran la esperanza. Supo de las dificultades íntimas, la de los caracteres-como el suyo-y de las incomprensiones, rivalidades o celos. Sin contar tantas oposiciones en el seno mismo de la Sociedad y de parte de aquellos-superiores de Institutos, obispos o responsables-de quienes habría podido esperar colaboración y sustento.

Superó esos obstáculos, sin amargura ni decepción poque tenía un corazón nobre y sin rencor, pero a menudo herido y finalmente, algo endurecido como los que buscan reforzar sus defensas. Sin embargo, Agustín está lejos de ser habitualmente triste o taciturno, pues no carece de humor ni de optimismo. Y si no tiene nada de lo que podría llamarse un hombre alegre, sereno o tranquilo, le gusta que la alegría irradie a su alrededor, la alegría que proviene del equilibrio de la vida, del deber cumplido y del éxito de la obra, de las relaciones verdaderamente fraternas. Quizás hubiese necesitado encontrar en su camino con más frecuencia aún, otros Armando Fava (*2) que, conociéndolo y confiando en él, aconsejándolo o hasta contradiciéndolo, lo hubiesen brindado mayor sostén con la calidez de la comprensión y de la amistad.



*1- Carta de Planque al Sr. Verdelet, 20/3/1867.

*2- Fava es el antiguo condiscípulo de Planque en Cambrai.

jueves, 4 de diciembre de 2014

"USTED ESTARIA ALLÍ" (4)

1- EL SUCESOR (4)

En el momento en que Agustín está a punto de partir, convendría quizás considerar una vez más las consecuencias ya previsibles que le traerá el cambio ocurrido.
Por segunda vez se sumergirá en la aventura. La primera, la recordamos, fue al dejar Arras, cuando, bien instalado en un ministerio que podía convenirle, eligió seguir a Brésillac cuyos proyectos, sin embargo, no tenían todavía gran porvenir. 
Ahora la aventura corre el riesgo de fracasar ¿ se puede acaso hablar de porvenir?
A la incertidumbre que ensombrece su destino personal, debe agregarse el temor de arrastrar con él, en un callejón sin salida, a sacerdotes y estudiantes que esperan son conocer el mañana.

El nuevo Superior no se ha interrogado primero sobre sí mismo. Sin embargo, se había convenido que pasado un tiempo en Lyon (*1) iría también él al Africa. Se da cuenta en ese momento que está a punto de renunciar a ello y de encerrarse en una especie de círculo vicioso del que no saldrá, tanto menos que Roma, aprovechando su obediencia y gran disponibilidad, le ayudará muy poco a encontrar la solución. Partir de ese momento sería abandonar el Seminario...y ¿durante cuánto tiempo aún, la casa necesitará una presencia constante, una dirección firme y continua? Pero quedarse es condenarse a los puestos de retaguardia, provarse de la experiencia vivida codo a codo con sus Hermanos en plena acción. Sería permanecer como marginado, alejado de la realidad que se vive en Africa.
¿Cómo dirigir la misión a la distancia, sabiendo sólo de oídas lo que pasa allá, esperando cartas e informes para estar al corriente, recogiendo aquí y allá algunas noticias de la vida diaria de los suyos?

No podía dejar de percibir las frustraciones que tendría que soportar, sin embargo aceptó todo de entrada-sin demorarse en pensarlo demasiado-como el precio a pagar, para enfrentar "el dobre deber que se imponía a sí mismo: continuar una Sociedad que acababa de ser consagrada por medio de un gran sacrificio y tratar de prevenir la repetición de otro desastre similar." (*2)

Entonces él, que en verdad, no tiene nada de un místico, se erguirá despues de los días de prueba, como fortalecido en su fe pero sobre todo marcado por el misterio de la Pasión de Cristo. El Via Crucis le es familiar desde que, en Lille y en el Seminario, se acostumbró a meditar las estciones. Pero ahora ese camino de convierte cada vez más en un largo camino de dolor, pues piensa que Dios quiere imprimir sobre toda su vida el sello del sacrificio. la voluntad del Padre no puede ser más que curcificante para él, como lo fue para su Hijo, y la obra que se prepara a conducir estará marcada inevitablemente por el signo de la pasión y la sangre del Señor. tal es su íntima convicción: "Amemos a Jesús en los sufrimeintos. No reconoce un amor que no esté marcado con sangre, al igual que el suyo..." (*3)


*1- Carta de Brésillac a Planque, a fin de mayo de 1856: Le decía: "Usted vendrá a reunirse conmigo". Cf. el Registro de la Resolución Solemne, tomo I: en la fecha del 24/7/1856, el Padre Planque, nombrado Superiro de la casa de Lyon, escribió después de la resolución: "Sin perder la esperanza de ir en misión cuando me corresponda:::"

*2- Carta de Planque aL Card. Barnabo, 27/9/1859

*3- "Extraits des Sermons", AMA

miércoles, 3 de diciembre de 2014

"USTED ESTARIA ALLÍ" (3)

1- EL SUCESOR (3)

A los ojos de todos, Agustín Planque se ha convertido en el sucesor, el "primero". "Ciertamente parecería que el segundo lugar estaría hecho más a su medida." El mismo lo sabe y conoce sus límites. Pero asumiendo la responsabilidad de la Sociedad, trae consigo verdaderas cualidades de líder, un juicio recto y firme, un don de analizar y de prever las situaciones para señalar los caminos del porvenir, una capacidad de servir que acaba de poner a prueba. Sobre todo, trae su fe, profundamente arraigada, que lo conserva humilde y sencillo, protegido de toda desviación.

Ciertamente el balance es sombrío. Tras la desaparición de los que estaban mejor preparados para realizar el primer contacto con Africa, ¿cuántos hombres quedan en el Seminario de Lyon? En setiembre el Padre Planque mencionará la presencia de dos sacerdotes y de dos estudiantes de teología, mientras que cinco jóvenes se preparan y se esperan algunos nuevos para el comienzo de las clases en octubre. Son verdaderamente muy pocos para asegurar el relevo. Sin embargo, la Sociedad encontrará sin demora fuerza y apego en esos pocos aspirantes. Hemos visto que el desastre de Free-Town no los ha quebrantado y que "su valor estuvo a la altura de la calamidad." (*1) Ellos serán los primeros fundadores en Dahomey.

Otros problemas urgentes se le presentan al nuevo Responsable. Si a la luz de la razón, no se puede mantener la Sociedad en Sierra Leona, extremadamente mortífero, ¿dónde irán a instalarse los misioneros? Y aunque pudiera esperarse que la Propagación de la Fe, conmovida por la magnitud del desastre en acordar subsidios más amplios, subsistiría la posibilidad de un verdadero problema, la falta de recursos suficientes y seguros hasta para el pan cotidiano y la supervivencia...

Agustín Planque conoce todo ésto sin necesitar llevar más lejos el inventario de la Sociedad. Pero su resolución está tomada y al confirmar al Cardenal Barnabo "la dimensión del duelo" que los alcanzó a todos, le presenta ya sus proyectos para dar continuidad de la obra de Brésillac. "En éstas tristes circunstancias, considero que lo mejor es viajar a Roma para buscar los consejos de Su Eminencia con respecto a la evangelización de Sierra Leona." (*2)

El futuro Superior se expresa así y deja entrever, con un optimismo obstinado, un próximo viaje a Africa. Se presiente que desea ir rápido, sin ignorar sin embargo todo lo que frenará su voluntad de obrar. El mismo tono e igual seguridad con la Propagación de la Fe: que debe saber que "la Obra no se interrumpirá y que nuevos misioneros partirán pronto para recoger la herencia..." (*3)
Con Monseñor Kobés cuyo mensaje de simpatía permitía intuir alguna duda sobre el porvenir, el Padre Planque es más claro todavía:"Monseñor Marion de Brésillac obró par no volverse indispensable, escribe; nuestra pequeña Sociedad está constituida de tal forma que su existencia no le estaba totalment subordinada y que puede sostenerse sin él." (*4)
En adelante, nada parece imposible para su voluntad de continuar la obra.


*1- Informe del Padre Planque al Cardenal Barnabo, 26/8/1859.

*2- Carta de Planque al Cardenal  Barnabo, 26/8/1859.

*3- Carta de Planque a la Propagación de la Fe, 29/8/1859.

*4- Carta de Planque a Monseñor Kobés, 17/9/1859. Monseñor Kobés había escrito: "He prevenido a la Propaganda, que se entenderá con usted sobre el mantenimiento de la Obra", 6/8/1859, Le Gallen, pág. 590. El Padre Planque, en su respuesta, hace entender que se ha hecho cargo de la situación.

martes, 2 de diciembre de 2014

"USTED ESTARÍA ALLI" (2)

1- EL SUCESOR (2)

Pero el verdadero motivo que lo empuja a comprometerse es aún más persona: la Sociedad vivirá porque Brésillac se la ha confiado. Durante los días terribles que acaban de pasar, debió recordar a menudo las palabras que el Fundador le había dirigido el 1° de enero precedente. "Si el mar y sus escollos quisieran que ese año fuese el último, usted estaría allí para evitar el naufragio de la Misión..." (*1)
Agustín se siente comprometido por ésta palabra más que por una promesa formal. No se cuestiona el camino a seguir, pues está a la vista. Y su respuesta coincide con su carácter. Sin ostentación, ni comentarios inútiles está allí, pronto para trabajar y continuar.

Sin el recuerdo de esas palabras de Brésillac, o se comprendería en absoluto lo que constituyó la pesada trama de la vida del padre Planque. Ni la voluntad tenaz con la cual quiere hacer arraigar la Sociedad en Africa, ni su valentía para superar oposiciones y calumnias que no le faltarán. Poco importa i éstas tratan de desfigurar el verdadero rostro de su lealtad y de su desinterés y si lo hacen sufrir. El sabrá rechazar todos los ataques, con energía a veces, sin detenerse nunca. (*2)

En ese verano de 1859, apostó su vida a lo que parecía un contrato de fidelidad entre Brésillac y él, ya a la alianza que ambos hicieron con la Misión y, más arriba aún, con el Espíritu que lo envió donde era necesario sembrar. "El dedo de Dios está allí", le gustará repetir a menudo. 
En esos primeros días de duelo y de separación, Dios está presente, no puede dudarlo, y el segundo llamado que Agustín recibe es más exigente aún que el de la primera vocación. Durante más de un medio siglo será su honor- y muchas veces suduro tormento-servir a la Sociedad que ama hasta el punto de entregarse a ella en cuerpo y alma y haber merecido el nombre de Co-Fundafor.
En la dura realidad de las responsabilidades cotidianas que le esperan, y cuán materiales a menudo- pensemos tan sólo en las calles de Lyon, en las escaleras interminables que deberá subir para sus colectas-ese término no posee nada de un título honorífico. ¿Menos aún osaríamos decir que fue usurpado!.. El Papa Pío XI no se equivocaba cuando, con motivo del centenariodel nacimiento de Agustín Planque, escribía a los Padres de las Misiones Africanas: "por sus méritos sobresalientes, es con todo derecho considerado por ustedes como el segundo Fundador de suSociedad." (*3)

Nadie en esa época, le disputa la herencia. Antes bien, le aconsejarían renunciar a ella. El Cardenal Bonald, arzobispo de Lyon, está entre los primeros que lo pone en guardia contra la continuación temeraria, a su juicio, de una obra reducida a la nada. Pero cuando llega la aprobación de Roma, da su acuerdo: "Siga adelante si temor, le escribirá al Padre Planque; usted está en la vía del Señor." (*4)


*1- "Documents mission et fondation", pag. 244. Cf. El informe de 1885, citado en el n° 12: "Mi obra vivirá mientras haya una voluntad para sostenerla, y Usted será esa voluntad",había dicho Brésillac a Planque antes de partir.

*2- "Un grand Africain", de Cristiani, pag 71.

*3- Carta del Papa Pío Xi al Padre Chabert, Superior General de las Misiones Africanas. Ver también la carta del C. Gotti, Prefecto de la Propaganda Fide, a Monseñor Pellet, con motivo de la muerte del Padre Planque en la cual es reconocido como Co-Fundador. 

*4- Informe de 1885. El Cardenal de Bonald desconfiaba en el momento de la fundación de la Sociedad: "Mi obra no parece agradarle, no podremos contar con su protección", había dicho Brésillac. Un poco después, sin embargo, podía comprobar que "¡El Arzobispo empezaba a interesarse!", cf. Journal 1856-1859, pág 37 y 42.

lunes, 1 de diciembre de 2014

"USTED ESTARIA ALLÍ" (1)

1- EL SUCESOR (1)

Al mismo tiempo en el Seminario de Lyon, se vivieron semanas llenas de incertidumbre y de angustia. ¡Hay que temer lo peor como deja prever la muerte de los dos sacerdotes: Rocreux y Bresson y del Hermano Gratien cuyo anuncio fue duramente sentido por todos? O se puede esperear todavía, ya que Monseñor Marion de Brésillac ha declarado "que comienza a retomar vida" y -como si no pudiera creer en la ruina de la Misión- se propone para el mes próximo "ir solo a Dahomey donde quizás valdría la pena fundar un centro"? (*1)

En su intranquilidad, Agustín Planque no sabe qué pensar y previene al Cardenal Barnabo expresando sus temores y su esperanza: " Si Dios nos privara de Monseñor de Brésillac, nos quitaría al mismo tiem po la cabeza de la Sociedad y de la Misiójn...pero la Obra crecerá a pesar de las pruebas y aún a través de ellas..." (*2)

Y el 11 de agosto, es un "increíble dolor" el que viene a acongojar al Seminario cuando llegan las primeras cartas (*3) contando el final de los dos sobrevivientes, el Obispo y el Sr. reymond. Un final triste que tuvo por testigos a pocos amigos ocasionales, conmovidos por la desgracia vivida en una tierra que les era hostil y aún extraña...Así, "Dios quiso someter nuestra Sociedad y nuestra naciente misión a la prueba extrema." Pero sabemos "que nadie deploró haber salido de Francia para morir cuando ya casi llegaban al lugar de sus trabajos." (*4)

En medio de la pena y del duelo que lo agobian, a pesar de la presencia de los Aspirantes que le rodean y "permanecen más firmes que nunca en su determinación", el Padre Planque debió sentirse especialmente abandonado y solo, aunque tuviera "la dulce confianza que el Padre y los hermanos mayores...protegerán la Obra que fundaron con tanta abnegación..." (*5) Pues desde ese momento le corresponde a él tomar las decisiones para el porvenir de la Sociedad. No parece haber titubeado mucho tiempo y no nos sorprende esto porque conocemos los recursos de energía que posee. 
Monseñor de Brésillac nunca dudó de la solidez de su amigo incluso cuando lo prevenía contra el desaliento. Pues Agustín es de los que, con un puntapié enérgico, vuelven a la superficie cuando han tocado el fondo del abismo.


*1- carta de Brésilla al Padre Planque, 18/6/1859 (su última carta)

*2- Carta de Planque al Cardenal Barnabo, 14/7/1859.

*3- La muerte de Monseñor de Brésillac fue anunciada al Padre Planque por Monseñor Kobés, 6/8/1859. Este, le transmite la carta del Sr. Seignac de Lesseps, agente consular en Sierra Leona, fechada el 20/7/1859. Otras fuentes: las cartas del Sr. Vallon y del Sr. Brémond.

*4- *5- Carta de Planque a la Propagación de la Fe, 29/8/1859, y al Cardenal Barnabo, 26/8/1859.



domingo, 23 de noviembre de 2014

DOS HOMBRES...UNA MISION (8)

3- FREE-TOWN (3)

Las últimas cartas que tenemos de Monseñor de Brésillac, dirigidas a Agustín, relatan su emoción intensa al tocar "ésta tierra, desolada en todos los sentidos de la palabra", donde desembarca sin querer escuchar al comandante del navío que desearía retener a los pasajeros a bordo, pues una epidemia de fiebre amarilla ataca a la región con una extraña violencia.
Fatigado, parece sin fuerzas, "aplastado, dice, por los innumerables obstáculos que entrevé". Algunos días más tarde informaría a Barnabo: "No nos engañemos, las dificultades serán enormes." (*1)
Y el panorama que esboza de la situación es oscuro. Pero para vencer la tristeza interior en la que se siente sumergido, "esa indescriptible tristeza" de la que habla al Padre Planque, Brésillac apela a su fe y a su confianza indefectible en la ayuda del Señor: "Por la gracia de Dios, superaré todo." (*2)
Todavía no sabe a la profundidad a la que llegarán su pena y su confusión durante las cinco semanas que le quedan de vida. Es difícil imaginar lo que ha sufrido, atormentado por la fiebre, doloroso sentimiento de su misión quebrantada y el espectáculo de sus compañeros que mueren uno tras otro.
La aguda conciencia de su responsabilidad como jefe lo atormenta al no poder evitar la muerte del pequeño grupo de amigos y apóstoles que confiaron en él. Hasta siente frialdad por parte de Roma hacia él, tan angustiosa e incomprensible, que le hace sufrir y se queja de ello al Cardenal Prefecto. Pero el testimonio de simpatía que hubiese necesitado en su cruel soledad no le llegará. Es quizás uno de los aspectos más perturbadores de esa triste agonía, la actitud de Roma y su silencio inexplicable, como una reprobación no merecida. esos sufrimientos del corazón y del espíritu, más penosos aún que la pérdida de sus tres compañeros y que los primeros síntomas del mal, tuvieron como confidente respetuoso pero impotente a un teniente de navío, el Señor Vallon, cuyo barco había amarrado en Sierra Leona, a causa de la tempestad. Hubiese deseado llevar los enfermos a Gorea, pero era demasiado tarde. Será él, quién relate al Padre Planque, con términos llenos de emoción, las últimas conversaciones que tuvo con Monseñor de Brésillac. (*3)

Así, en un abandono total, alcanzado "por un dolor inmenso, pero siempre adorando y bendiciendo el nombre de Dios", Monseñor Marion de Brésillac acaba su vida de luchas conservando hasta el final "la esperanza y la fe"  (*4)
Una muerte muy dura, como la de la semilla de la que no queda nada cuando va a dar el ciento por uno.

En menos de cuatro semanas, cinco tumbas...Humanamente hablando, un terrible fracaso...
¿Podrá la Sociedad recuperarse de ese golpe despiadado?


*1- Carta de Mons- de Brésillac al Card. Barnabo, 25/5/1859 (archivos de la Propaganda Fide)

*2- Carta de Brésillac a Planque, 18/5/1859.

*3- Carta del Sr. Vallon, suboficial del barco en el aviso el "Dialmath", al Padre Planque, 14/11/1859.

*4- Ultimas palabras de Monseñor de Brésillac, reportadas por el Sr. Bréamond, único testigo ocular de su muerte. cf. Le Gallen, pag. 596 y ss.

sábado, 22 de noviembre de 2014

DOS HOMBRES...UNA MISION (7)

3- FREE-TOWN (2)

En la Propaganda Fides el  Cardenal Barnabo no esconde sus reticencias ante esta decisión y hasta un cierto desacuerdo. Preferiría que el padre Planque parta primero, y éste, muy inquieto al ver alejarse al responsable de la Sociedad, insiste para reemplazarlo, pero en vano. (*1)
Brésillac admite que "quedarse en Lyon sería de gran utilidad" para él y sus Hermanos, pero "más útil todavía es el viaje a Free-Town! (*2) para ver las cosas por sí mismo y tratar de organizar mejor ésta nueva misión. Así, cuando va a Roma par exponer sus puntos de vista se apresura a irse por temor a que "el cardenal Barnabo termine por impedirle partir hacia Africa." (*3)

En realidad no deja de sentir aprehensión. Conoce la insalubridad de Sierra Leona. Sabe bien que los europeos no viven más de tres años en la capital. Deberán buscar otro lugar para establecer a los Padres con menos peligros. A su hermano Henri o al Consejo de la Propagación de la Fe a quien pide nuevos subsidios, así como a a varios amigos no les oculta las preguntas angustiosas que se plantea. Se dice "contrariado, hasta asustado" por lo que le espera, al punto de extrañarse todavía de la elección de la Santa Sede: ¿por qué no se dejó a la Sociedad empezar en Dahomey? (*4)
Entonces qué fué?, entusiasmo o enamoramiento? No. Esta partida parece más bien una huída hacia adelante si escuchamos al mismo Marion de Brésillac declarar bien alto: "la obediencia ante 
todo"(*5). Pues lo ha considerado todo, aun lo peor, pero partirá de todos modos. Por lo menos al bandonar Francia puede irse convencido de que en la retaguardia la obra comienza a afirmarse. 
Llegan algunas vocaciones, el capital financiero aumenta y se concreta el proyecto para la construcción de un seminario más amplio que la casa del pequeño Sainte Foy. Con el señor Papetard en España y sobre todo "el excelente Señor Planque en Lyon", todas las cosas parecen estar bien encaminadas. Por ese lado está tranquilo. Si en ésta circunstancia hubo imprudencia, debemos admitir que venía de más arriba, de Roma que había atribuido el territorio y sobre toedo, de qu9en habia aconsejado esta elección al cardenal Barnabo. (*6)

Apurado por terminar éste asunto, Brésillac obtiene del gobierno francés un pasaje gratuito para él, para el Padre Riocreux y para el Hermano Gracien, en el Danaë que debe zarpar a mediados de febrero, así como un recomendación para los oficiales de la marina imperial y agentes consulares. Pero ¿será otro signo funesto? Tras la partida de Brest, los viajeros deberán afrontar tormentas y tempestades, alcanzar la costa inglesa, luego Cherburgo antes de llegar a Dakar, recién el 7 de abril. Dos meses más tarde, el 14 de mayo, llegan a FREE-TOWN.


*1- Informe del Padre Planque a la Propaganda Fide, 1885: "Yo le decía que su obra perecería si él moría."
*2- Carta de Brésillac al Cardenal Barnabo, 25/9/1857
*3- Informe del Padre Planque, 1885. (citado en *1)
*4 y *5- Carta de Brésillac a su hermano Henri, septiembre 1857, y a la Propagación de la fe, 19/4/1858.
*6- Carta de Monseñor Kobès al Card. Barnabo, 25/4/1856:" La misión que me parece más interesante y fácil de comenzar es Sierra Leona." Informado por J. Bonfils, op. cit, DMF, nota 2, pag 207.208

domingo, 16 de noviembre de 2014

DOS HOMBRES...UNA MISION (6)

3- FREE-TOWN (1)

Un camino de paciencia, una vía equivocada, luego el fracaso y la muerte, esas pocas palabras podrían resumir la epopeya africana de Monseñor Marion de Brésillac que se termina trágicamente en el verano de 1859.
 
Tres años antes, cuando presentó su candidatura para una misión en Africa, en Lyon ya se soñaba con  el Dahomey. Las autoridades romanas decidirán otra cosa. Pero habrá que esperar casi un año para conocer el cambio y la designación oficial que nombra a Brésillac como vicario apostólico de Sierra Leona. Fue seguramente un duro golpe que alcanzó a todo el grupo, como un mal presagio para la continuación de su empresa. Pero -así como el obispo asegura a Roma- "él mismo y sus asociados se impregnaron del espíritu que animará siempre a su Sociedad, adoptando pura y simplemente los puntos de vista de la Propaganda Fide" y "han depuesto inmediatamente su interés por el Dahomey" (*1)
 
Sin duda esta valiente resolución vivida con obediencia ejemplar, no tuvo el entusiasmo y la alegría que hubiesen llevado los futuros misioneros hacia el Dahomey. Sin embargo en el Seminario, ya se ha superado la decepción. Los Padres se lanzaron con entusiasmo a los preparativos para que, al terminar la estación de las lluvias en la Costa Africana, todo estuviese arreglado para la partida. Estamos en octubre de 1858.
El 27, el obispo acompaña hasta Marsella a los tres misioneros que parten, y va hasta alta mar "sintiendo mucha pena al verles alejarse sin él." (*2)
 
Desde Free-Town, donde llegaron dos meses después, los viajeros manifiestan una gran esperanza. El señor Reymond se siente feliz y hasta conquistado por el país, sin temor excesivo por el clima. A partir de entonces el obispo no puede quedarse quieto en su lugar...y ¿quién podría retenerlo? Sin duda la partida de sus hijos actuó como un disparador. Se despertó en él un ardiente deseo de reanudar su vida anterior, volver a ser enseguida lo que nunca dejó de ser a pesar de la ruptura con la India: un misionero de vanguardia en el terreno, que se mantiene siempre en primera fila. A partir de allí proyecta ir a Sierra Leona sin tardanza y explorar el territorio.
 
 
*1- Carta de Brésillac al cardenal Barnabo, 25/9/1857
 
*2- "Mis hijos partieron y yo me quedo", palabras del obispo escuchadas por un testigo de la escena, relatada por Le Gallen, Vida de Brésillac, p. 540.

jueves, 13 de noviembre de 2014

DOS HOMBRES...UNA MISION (5)

2- LAS MISIONES AFRICANAS (2)

Ya lo hemos dicho: entre ellos todo es trasparente, se mantienen mutuamente al corriente de todo lo que jalona su ruta- atrasos, decepciones o progresos- y se ponen de acuerdo antes de actuar. "Le agradezco, escribe el Fundador, todos los detalles que me da y le ruego que actúe siempre así. no tema ser demasiado extenso." (*1) El mismo se obliga a compartir con el Padre Planque no solamente "los consuelos y las cruces" como le prometió en el transcurso del verano, sino también l"los trabajos" y en particular, lo que le interesa y más profundamente, sus puntos d vista sobre la organización de la Sociedad. Bendice al cielo de "haberle enviado en la persona de Agustín a quien posee precisamente en un altísimo grado,el espíritu de la obra", "el hombre providencial, muy instruido, piadoso como un ángel, habituado a la dirección de los jóvenes..." "Sin usted, le escribirá, estaría todavía preguntándome si el Señor desea el éxito de mi empresa." (*2)

Ya en su informe a la Propagación de la Fe sobre la marcha del establecimiento, el obispo se había felicitado de las cualidades de su colaborador. "No me ha sido difícil poner en pié la Casa, porque el señor Planque, a quien nombré como director es un antiguo director de seminario que enseñaba filosofía el año pasado en el Seminario de Arras." (*3) Sin duda, el fundador conoce también los puntos débiles de éste sacerdote, por otra parte ejemplar, y por eso se anima a "hablarle francamente, como un amigo." Sabe que el Padre Planque se muestra fácilmente rígido con respecto a sus estudiantes, exigente en todo lo concerniente a la disciplina. Le recomienda la dulzura y la paciencia hacia "aquellos que tienen la buena voluntad de participar con nosotros para el bien de las Misiones:"
Es importante "mostrar una gran condescendencia por los defectos sin dejarse afectar por la lentitud de los progresos." (*4) Ante la magnitud y el peso de las responsabilidades, ¿el padre Planque ha llegado a manifestar cansancio y deseos de abandonar? El obispo lo sostiene: "El desaliento es la única tentación que temo en usted, le escribe, creo que puedo decírselo con la confianza que le tengo." Y no se equivocaba al agregar: "Pero tengo la certeza que encontrará en su conocimiento del corazón humano y en su profunda piedad más fuerza de la necesaria para triunfar." (*5)

Unos treinta años después, recordando los primeros años de la Sociedad, Agustín Planque pod´ria decir con verdad: "Durante el tiempo que Monseñor Marion de Brésillac pasaba en Lyon, vivíamos en la mayor intimidad. Me hablaba a menudo del espíritu que quería dar a su pequeña Sociedad. "(*6)
Porque desde el comienzo de su colaboración, la unidad de criterios y de acción entre ambos fue íntegra, es importante recordarlo, y esta continuidad del uno al otro constituye, a no dudarlo uno de los elementos esenciales en la historia de las Misiones Africanas. 
A través de todas las crisis fe ella la que mantuvo la orientación primera dada por el Fundador. permite reconocer con justicia en Agustín Planque u fiel continuador. Quienes, más adelante harán oír sobre ese punto la voz de la crítica, no le han atribuido quizás bastante importancia a los textos y a la vida de los primeros años.

*1- Carta de Brésillac a Planque, 28/12/1856

*2- Carta de Brésillac a Planque 17/01/1857

*3- Carta de Brésillac al cardenal Barnabo, 13/12/1856.

*4- Carta de Brésillac a Planque, 29/06/1857.

*5- Carta de Brésillac a Planque 12/06/1857.

*6- Informe a la Propaganda Fide, 1885.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

DOS HOMBRES...UNA MISION (4)

2- LAS MISIONES AFRICANAS (1)

Diríamos que la llegada del Padre Planque dio un nuevo impulso al proyecto de la fundación. La mejor prueba está en que el 8 de diciembre de 1856, en una actitud que explica ampliamente su fe en el porvenir, Marion de Brésillac y su pequeño grupo suben ya a Fourvière. van a "ofrecer su empresa a la Virgen, a los pues de su imagen venerada en la colina." (*1) Esta será la fecha del nacimiento de la Sociedad.
 Desde ese momento las Misiones Africanas se han puesto en camino. El obispo y el Padre Planque no tardan en organizarse y distribuirse las tareas. Naturalmente, por su impetuosidad que no titubea en insistir para hacerse abrir las puertas y obtener los recursos que le faltan, Brésillac se hace cargo de lo que podría llamarse "asuntos exteriores". Continúa recorriendo Francia, pidiendo a las diócesis, a los familiares o a los bienhechores, buscando crear una corriente favorable hacia las misiones cuya importancia quisiera hacer comprender a todos.

Le toca a menudo "poner sitio a Roma -el término no es demasiado fuerte- para que al fin le sea confiado un territorio; para dar así al grupo en preparación en Saint Irenée, la conciencia de pertenecer por entero a la iglesia y estimularlo a la acción.

Mientras que Brésillac multiplica las entrevistas con los personajes oficiales del mundo religioso y político, y hasta a Napoleón III, a quien solicita en vano un apoyo financiero para su misión, el Padre Planque por su parte comienza a ocupar su lugar y ejercer sus nuevas responsabilidades en la Sociedad. Al ser designado director del seminario, el Padre Planque está encargado de organizar su funcionamiento, los estudios y de relacionarse con los aspirantes. También debe reemplazar al obispo, ausente de Lyon a veces durante largas semanas de gira, en los asuntos materiales como en los proyectos referidos al África.


*1- Carta de Brésillac al cardenal Barnabo, 13/12/1856



martes, 11 de noviembre de 2014

DOS HOMBRES...UNA MISION (3)

1- EL ENCUENTRO (3)

Cierto es que Monseñor de Brésillac le lleva una delantera apreciable a Agustín: una diferencia de trece años es para tener en cuenta. pero cuentan aún más, para profundizar la separación entre ellos, los años de residencia que el primero pasó en las Misiones Extranjeras de París y en la India. El obispo conoce muy bien la Misión. Y la experiencia adquirida allí, aunque regresara a Francia habiendo fracasado, mantuvo intacta en él, su resolución de seguir trabajado por ella y fortificó su convicción.

El mismo deseo ha madurado en Agustín, la misma convicción lo posee y los obstáculos que superó para poder llegar a Lyon lo prueban suficientemente. Pero en cuanto a experiencia, comienza verdaderamente de cero. Únicamente sus lecturas y sobre todo los relatos de los otros, sus experiencias de vida y entusiasmo han alimentado su sueño y su decisión. No le cuesta ver en Brésillac a su mayor en edad y hasta a su maestro, resuelto como está a aprovechar sus lecciones, a colaborar con él como un buen "segundo", un auxiliar, eventualmente, un suplente.

En ese otoño de 1856, los encontramos a ambos provenientes de medios muy distintos y de lugares alejados. Por el azar de los acontecimientos, en el que Dios siempre se manifiesta, sus caminos se han cruzado. y ese destino común que los llevará al servicio del Evangelio en Africa, los une estrechamente, más allá de lo que pudieron prever. Esto explica en gran parte la confianza y la estima que se tuvieron desde el primer día. Durante dos años y medio vivirán una estrecha colaboración en la amistad y en una gran transparencia mutua, garantes uno frente al otro de lo que decidieron construir juntos: una Sociedad para Africa.

En la iglesia del siglo XIX, Brésillac y Planque, no son sólo una feliz coincidencia, sino un muevo signo del Reino de Dios siempre en crecimiento, un encuentro de gracia que es en sí una promesa de eficacia.

lunes, 10 de noviembre de 2014

DOS HOMBRES...UNA MISION (2)

1- EL ENCUENTRO (2)

Comparado con el obispo de fuerte personalidad, amante de la acción y dotado de sorprendente vitalidad, Agustín aparece como un contraste, reservado, sobrio de palabras y de gestos. Inventivo y eficaz en todo lo que emprende, el joven profesor conserva sin embargo en toda su persona un toque de seriedad y de formalidad que no le permite exteriorizar sus sentimientos. A primera vista, parece no haber nada en común entre ese descendiente de una aristocracia de raza como lo es Marion de Brésillac, de gran desenvoltura y gran facilidad de contacto, habituado a toda clase de relaciones, a las discusiones y a los enfrentamientos, y el Padre Planque que es un campesino. Sencillo y modesto, Agustín pertenece al antiguo campesinado francés que, como hemos visto, es rico en tradiciones y del que ha heredado otro tipo de nobleza profunda asó como el respeto de los valores que dan grandeza y dignidad al hombre.

Así, más allá de todo lo que parecería separarlos, captamos ya los rasgos que unirán profundamente a los dos hombres. Ambos poseen por su ascendencia la rectitud y la generosidad de corazón que constituyen el fundamento de un compromiso verdadero. En circunstancias distintas sin duda, pero con un mismo entusiasmo, dieron prueba de su voluntad y tenacidad que parecería obstinación si no apuntara a servir un interés que los supera.

domingo, 9 de noviembre de 2014

DOS HOMBRES...UNA MISION (1)

1- EL ENCUENTRO (1)


Poco se sabe, a decir verdad, del primer contacto entre el nuevo colaborador y Marion De Brèsillac que , desde hace dos años, mueve cielo y tierra para obtener un territorio de misión. En el "Diario" del obispo, dos líneas mencionan que " el 6 de noviembre llega el señor Planque con quien la primera entrevista ha sido muy favorable." (*1)
Quién era el hombre inventivo y lleno de audacia al cual Agustín Planque venía da ofrecerse con una confianza íntegra y espontánea, para partir por las rutas de Africa? De hecho, las obras que hablan de Brésillac no escasean: biografías, Diario...y uno de los libros recientes ha vuelto familiar su rostro fino, atractivo, lo mismo que su mirada viva y voluntariosa. (*2)

Este meridional auténtico descendía de un linaje de nobles, establecidos desde tgiempos inmemoriales en el Languedoc. Había nacido el 2 de diciembre de 1813 en Castelnaudary, pero el verdadero terruño de los Brésillac era algo más al sur, el pueblo que todavía conserva su nombre, un sitio pintoresco, soleado y verde. también a algunos kilómetros de allí, Carcassonne, la ciudad medieval donde el futuro obispo cursó el seminario y se ordenó sacerdote. De su raza de trovadores, alegres y viajeros, Marion De Brésillac concervó el espíritu emprendedor, llevado siempre por el entusiasmo creador, signo de las verdaderas vocaciones. Hombre valiente, de corazón, cálido, dotado para las relaciones, tiene hacia todos una gran cortesía y su benevolencia le atrae fácilmente amigos. Pero no por eso es menos firme y determinado. Es un activo, un  indomable, que persigue con tenacidad sus objetivos y el primero de todos ellos, con el que sueña desde su juventud, es la Misión. reconoce que "Dios le ha concedido la gracia de no desviarse de ese pensamiento, a pesar de los consejos y súplicas que hubiesen podido alejarlo. (*3)

Del seminario de las Misiones Extranjeras de París, al que ingresó en 1841, pasó a la India, luego, como obispo de Prusia y vicario apostólico de Coïmbatour, llevó a cabo durante doce años un gran trabajo abriendo caminos. Pero las dificultades que no pudo vencer, le obligaron a regresar y a presentar su dimisión ante la Santa Sede.

Siempre lleno de fuerza y de ideas, a los 42 años, no pide más que poder partir hacia otra dirección: "No hay un lugar en el mundo donde los misioneros no hayan llegado aún? Y por qué no el centro de Africa? (*4)"
Recién en enero de 1856 nace el proyecto más amplio de la fundación de una nueva sociedad. Podemos admitir con certeza que el mismo Monseñor Barnabo lo sugirió. Desde ese momento no se perderá más tiempo... y comprendemos con qué alegría, en mayo del mismo año, Monseñor Marion De Brésillac recibirá el primer avance de Agustín Planque.
Para ambos, ésta circunstancia es vivida como un llamado de Dios.


*1-  "Diario 1856-1859. Marion de Brésillac, Fundador de la Sociedad de Misiones Africanas de Lyon", presentado por Juan Bonfils, sma y Noël Douau, sma, 1985, AMA, pág. 53, nota 26 pág. 106.

*2- Marion de Brésillac, Fundador de la Sociedad de Misiones Africanas de Lyon, Documentos de Misión y Fundación" edición preparada por Juan Bonfils, sma, con la colaboración de Noël Douau, sma, Mediaspaul, 1985.

*3- Alusión a las dificultades que el Marion de Brésillac encontró por parte de su familia para ingresar a la Sociedad de las Misiones Extrajeras de París.

*4- Carta de Brésillac a Monseñor Barnabo, 26/5/1855

lunes, 3 de noviembre de 2014

EL CO-FUNDADOR (2)

En Lyon encontrará las mismas y tan queridas tradiciones de familia, la misma fe de la Galia cristiana. Aquí ella está profundamente arraigada desde Pothin, Blandine e Ireneo. Se dice que aquí la piedad es un tanto mística pero, desde hace muchos siglos, también, vuelta hacia María. Sin duda Agustín fue conquistado por Fourvière que será su lugar predilecto, su peregrinación preferida, y no solamente para el 8 de diciembre de 1856 o en mayo de 1876 (*1), sino en cualquier circunstancia de alegría o de pena.

¿Será ya Fourvière donde Brésillac gustaba rezar y celebrar la Eucaristía en la antigua capilla, lo que lo decidió "a radicarse" en Lyon, él y sus primeros aspirantes, en el camino del Petit Sainte-Foy, en el número 9, en una muy modesta vivienda? Sería la proximidad de Ars, a unos treinta kilómetros de Lyon, en el lindero de las Dombes donde el santo Cura terminaba entonces su larga vida de oración y ayuno? Todo eso junto, sin duda. y Agustín se sentirá feliz por esa proximidad, aunque es muy improbable que haya visitado al Padre Vianney.

Lyon es además, la presencia de Paulina María Jaricot, la fundadora de la Propagación de la Fe cuyos Anales conoce desde la época de la calle Royale, Paulina que, en esos años de 1860, sufre terriblemente en medio de conflictos que la enfrentan a negociantes y hombres de ley sin escrúpulos.
Lyon será finalmente el barrio de La Guillotière donde las Misiones Africanas no tardarán en instalarse no lejos del Prado. Y en el Padre Antonio Chevrier (*2) otro santo del terruño lyonés, Agustín encontrará un hermano de miseria y de colectas, el verdadero "Discípulo de Cristo", simple y pobre como Agustín mismo quiere ser. (*3)

El antiguo profesor de Arras encuentra pues con naturalidad su lugar en el corazón de Lyon.
El acude a aportar su ayuda a esta iglesia de dieciocho siglos de antigüedad, pero que vibra siempre ante los grandes problemas sociales y religiosos que sacuden su época. A través de las dos Sociedades que sostendrá esforzadamente durante cerca de cincuenta años (*4), ayudará a la cristiandad lyonesa abrirse un poco más al mundo, especialmente al África donde "él nada desea tan fervientemente como ver extenderse el Reino de Dios." (*5) 


*1- El 8 de diciembre de 1856 es la fecha de la fundación de la Sociedad de Misiones Africanas en Fourviere El 1º de mayo de 1876 es la fecha de fundación de las Hermanas de Nuestra Señora de los Apóstoles.

*2- Antonio Chevrier es el fundador del Prado, en Lyon. Nacido el mismo año que el Padre Planque, murió en 1879.

*3- "El verdadero discípulo" es la obra fundamental del Padre Chevrier en la que expone su ideal de sacerdote según el Evangelio.

*4- El Padre Planque fue Superior General de las Misiones Africanas desde 1859 y Superior de las Hermanas que había fundado desde 1876 hasta su muerte.

*5- Carta del Padre Planque a las Hermanas nsa en Lagos, 29/12/1886.


EL CO-FUNDADOR (1)

Ninguno de sus biógrafos anteriores parece haber establecido una comparación entre las dos regiones que fueron en la vida de Agustín Planque sus verdaderos puntos de inserción: el Norte, su lugar natal... y Lyon, la destinada a convertirse en su única tierra de misión. Sin embargo no faltan las coincidencias y Agustín no pudo dejar de captarlas.
Es cierto que, niño, adolescente o sacerdote durante treinta años conoció sólo la monotonía de un paisaje triste y llano, que va de Lille al mar...mientras que Lyon podrá ofrecerle, en ciertas mañanas iluminadas por el sol, la suerte de avistar desde lo alto de la colina de San Ireneo, la línea de los Alpes, brillante hasta el Monte Blanco. Pero al llegar en pleno noviembre y , sin duda también, en plena neblina lyonesa, el joven Padre Planque no se sintió seguramente desorientado...Son en efecto los mismos días de bruma, como los conoció en Chemy o en Cambrai, que lo esperan en Lyon, anegados de lluvia, grisáceos...
Además, en el carácter más bien frío, distante y hasta taciturno de los habitantes, Agustín pudo reconocer un poco a la gente de su raza. Sabe que esta apariencia no impide que la hospitalidad sea sincera y generosa. Una vez franqueada la barrera de su reserva legendaria, Lyon, como el Norte, no es mezquina en la acogida y la amistad. Y sabe Dios que durante cincuenta años éstas barreras caerán ante el Padre Planque, porque él supo ganarse el afecto de sus nuevos conciudadanos y la estima para su obra. Se convertirá en uno de ellos, interesándose en la vida cotidiana de la ciudad, haciéndose de amigos verdaderos y fieles.

lunes, 27 de octubre de 2014

UN NUEVO HORIZONTE (8)

3- HORA DE LA PARTIDA (3)

La decisión de Agustín es sin embargo algo sorpresiva y hasta imprevisible...El ofrecimiento que le hace Brèsillac no es más que un esbozo de proyecto, un esquema posible de Sociedad. ¿Quiénes serán los compañeros de armas? ¿Dónde se alojarán? El obispo ha previsto apenas un punto de encuentro... ¿De qué vivirán?¿Con qué recursos? Y la perspectiva de tener "por lo menos lo que serìa suficiente al profeta, una cama, una mesa, y un candelabro." (*1), si bien se abre a promesas entusiastas de desprendimiento, entusiasmantes para un  corazón generoso, no trae consigo una gran seguridad... ¡Agustín, sin duda, ha debido hacerse todas estas preguntas (*2), pero nada parece haberlo perturbado! Pues, por encima de todo, es feliz al seguir su ilusión. Y su alegría aunque contenida, viene de lo más alto, revela la íntima convicción que es la suya, de haber encontrado su destino y de responder a su vocación.

Durante el verano, las noticias recibidas de Monseñor Marion de Brèsillac, son algo más precisas.
El obispo está en Lyon, donde, desde junio, parece resuelto a quedarse. (*3). Ha encontrado por fin, la casa que le conviene y a fines de julio el asunto está concluido "con las Damas Carmelitas que eran las propietarias." "Una casa, que no deja de tener su encanto, escribe, en su pequeño espacio cercado, cerca de la ciudad, con una vista magnifica", una admirable ubicación en la colina de Sainte-Foy"... Todo ésto hará olvidar tal vez "las cosas que faltan", una pobreza acerca de la cual el obispo previene con sencillez a su corresponsal...(*4) Y agrega: "Rece mucho, haga rezar también a las personas piadosas que conoce y pida a Dios que nos dè fuerza en las contradicciones, paciencia en las pruebas y los inconvenientes inseparables de todo comienzo." (*5)

La hora llegó por fin. Su hora, en la cual por intermedio de la Misiones Africanas se consagrará a la causa de la lejana evangelización.
Entonces, parte hacia Lyon, pronto a caminar sobre las aguas, ya que su energía es grande pero lo es más aún su confianza en el Señor. 
Llega el 6 de noviembre por la noche y encuentra donde pernoctar cerca de la plaza Bellecour.



*1- Brèsillac al P. Planque, fin octubre 1856, cf. DMF, p. 176.

*2- Carta de Planque a Brèsillac: "Permìtame, Monseñor, preguntarle ¿dónde piensa fijar su casa?" La pregunta sin embargo no parece trasuntar ninguna inquietud.

*3- Cartas de Brèsillac al Sr. Vian 21/6/1856, a la Sra. Blanchet 24/6/1856, citadas en "La vie de Mons. de Marion Brèsillac", por el R.P. Le Gallen, edic. Paquet, 1910, p. 487.

*4- Brèsillac al P. Planque, fin de julio de 1856; a Barnabo, 18/11/1856. Cf: "Journal 1856-1859. p. 42-43.

*5- Brèsillac a Planque, a fin de julio de 1856.

domingo, 26 de octubre de 2014

UN NUEVO HORIZONTE (7)

3 - HORA DE LA PARTIDA (2)

La respuesta de Monseñor De Brèsillac llega enseguida en una carta larga, cálida y hasta entusiasta. El futuro Fundador de las Misiones Africanas fue conquistado por la rectitud y simplicidad de su corresponsal y parece haber percibido inmediatamente el gran deseo de Agustín y lo impulsa a partir. "La perseverancia hasta su edad en el deseo de trabajar en la obra de las Misiones me parece ser un signo poderoso de vocación"..."su posición, los antecedentes que me hace conocer, todo me hacer creer que su vocación es segura." (*1)
Tambìen para el obispo, la gestión de Agustín tiene un carácter providencial ya que necesitará precisamente "a hombres como él, que no partirían inmediatamente, sino que esperando unìrsele más adelante, serían muy útiles para la nueva asociación." 
"Dios que dispone de los hechos y de nuestro propio corazón como Él quiere...¿no habrá querido reservarlo a usted para la obra en la que medito?" (*2)

Desde ese momento todo parece transcurrir sin dificultades. De un lado como del otro, las cartas intercambiadas revelan que los contactos son excelentes. hacen pensar que, desde el primer instante, hubo una connivencia y una proximidad, "átomos ensamblados", entre Brèsillac y el joven Planque. Sus futuros se unieron enseguida en la confianza, la sinceridad y el afecto.
Tanto como la seriedad de Agustín que no toma su compromiso a la ligera, lo que transparentaba también en esa correspondencia es la libertad de espíritu en la cual parece evolucionar ahora que un camino se le ha abierto y que crece su esperanza de dejar el seminario en el otoño de 1856, antes del inicio escolar. 

"Por la gracia de Dios y el designio particular de su Providencia, escribe al obispo, todo parece unirse a favor del proyecto que le he comunicado y en el cual ha tenido usted la bondad de animarme." (*3)
"Todo me hace desear, Monseñor, la pronta apertura de su casa...confío en que no habrá más obstáculos." (*4) 
Pero llevado por una gran necesidad de equidad y de delicadeza, quiere arreglar los asuntos pendientes con las Misiones Extranjeras, la Sociedad de San Bertin y el obispo de Arras. En cuanto a la Tía Poupart, no le ocultará su partida pero le resultaría difícil no prometerle una visita casi todos los años.


*1 y *2- Brèsillac al Padre Planque, fin de mayo 1856, AMA y DMF, p. 157 y sig.

*3- Carta de Planque a Brèsillac, 10/6/1856.

*4- Carta de Planque a Brèsillac 3/7/1856

sábado, 25 de octubre de 2014

UN NUEVO HORIZONTE (6)

3- HORA DE LA PARTIDA (1)

En efecto, pasarán dos largos años hasta ese 23 de marzo de 1856, en que se cumplirá definitivamente el destino del Padre Planque.
Ese día, el diario "L`Univers" publica un artículo en el que trata de los pueblos más abandonados de África. El que escribe es un obispo misionero, Monseñor de Brèsillac, que regresa de India, y quisiera, según el deseo de la Sagrada Congregación de la Propaganda Fides, fundar una Sociedad en favor de los países donde hasta entonces el Evangelio ha penetrado muy poco y piensa en Dahomey. Pero para alcanzar su meta debe asegurarse la colaboración de algunos sacerdotes que como él estuviesen convencidos de la urgencia de la tarea.
Esto es lo que Agustín acaba de ver casi por casualidad. Decir que siente como un flechazo por la propuesta que se le ofrece, serìa olvidar su temperamento de flamenco, reflexivo, que no puede tomar una decisión tan importante antes de haberla madurado largamente. Pero es seguro, el artículo de "L`Univers" atrae inmediatamente toda su atención. Con su fe y su hábito de hallar al Señor en lo cotidiano de la vida, Agustín siente que ese llamado está destinado a él, tanto más que se ajusta en todo a su situación personal. Monseñor de Marion de Brèsillac prevé en efecto, "que un cierto número de misioneros deberán permanecer momentáneamente en Europa para comunicarse con las Misiones y proveer a sus necesidades." (*1) No se trataría entonces de una partida inmediata. Y eso es lo que él desea.
El futuro se aclara, sin embargo el joven sacerdote no se apura, mide todo, pide consejo y recién en mayo -dos meses más tarde- escribe a Monseñor de Marion de Brèsillac para exponerle su caso y proponerle ya su colaboración. Una carta franca, abierta, en la que "se toma la confianza de pedir información y opiniones necesarias para instruirlo"..."Me he preguntado cuando he visto nacer su bella obra si Dios no me ofrecía un medio de ejecutar un proyecto alimentado durante tan largos años." (*2)
No oculta nada de su situación familiar, de sus gestiones y fracasos, ni de su impaciencia por "volar hacia el terreno a desmalezar." "Sin embargo, confesará más tarde, mi primer pensamiento, Monseñor, era de no hablarle de todo esto...pero creí más conforme al espíritu de sencillez, no ocultarle nada." (*3) 


*- Esta cláusula está expresada en la reseña redactada por Brèsillac y cuyo original se encuentra en los archivos de la Propaganda Fide. Sobre ésta reseña, ver "Journal 1856-1859, p. 12 y nota 7, AMA. Ver también "Documents de Missions et de Fondations", presentados por J. Bonfis, edit. Mediaspaul, 1985, p. 273, nota 56.

*2- Carta de Planque a Brèsillac, 23/5/1856

*3- Carta de Planque a Brèsillac, 10/6/1856

lunes, 20 de octubre de 2014

UN NUEVO HORIZONTE (5)

2- PROYECTOS (3)

A pesar de sus sueños sobre Australia, el joven Padre Planque se vuelve hacia los Lazaristas, sin señalar preferencia por ningún continente, atraído quizás por la personalidad de San Vicente de Paul que conoció en el Seminario.
Aunque no se poseen las cartas que escribió al Superior de esa congregación, sí se tienen las respuestas recibidas sin duda al pedido de informaciones. Estas respuestas no le aportan nada que pueda convenirle, menos aún entusiasmarle. La Sociedad de San Vicente no es exclusivamente misionera, envían solamente "a las Misiones a quienes expresan el deseo". El proyecto queda asì, sin consecuencias.
Nueva gestión ante las Misiones Extranjeras. Esta vez, la correspondencia intercambiada podría hacer pensar que va a decidirse por ese lado. Puesto que en una de las cartas del Superior se encuentras éstas palabras: "Tengo el agrado de anunciarle su admisión en nuestro Noviciado." (*1)
Pero cómo seguir el consejo que le dan en el Seminario de París? Allá, los Superiores no han comprendido su problema... ¿Agustín podría partir son hablar con la Tía Poupart? Además, sabe que comunicárselo podría ser fatal para la anciana. Al ofrecerle las Misiones Extranjeras tan sólo una posibilidad de partida inmediata par el Extremo Oriente, se encuentra de nuevo en un callejón sin salida. ¿Qué hacer? sino "seguir los consejos de su director de Arras, y para realizar sus proyectos, contar con un cambio de circunstancias? (*2)
Pero su impaciencia crece, se la percibe en algunos de sus escritos posteriores: "Reconozco que el obstáculo que me ha retenido es frágil y puede desaparecer de un día para el otro, pero puede permanecer por algunos años...y ya voy a tener treinta." (*3) "Si sólo se tratara de mí, ninguna consecuencia personal me detendría y hubiese partido hace dos años. pero seguí consejos que consideré entonces sabios, esperé y espero todavía." (*4)


*1-  Se tienen 4 cartas de Superior de las Misiones Extranjeras de París al Padre Planque: 2
3/3/1854, 19/4/1854; 2 y 24/8/1854.

*2- Este será el contenido de las cartas que Agustín escribirá inmediatamente a Monseñor de Brèsillac, cuando le expondrá sus dificultades y su confusión. Cf. las del 23/5/1856 y siguientes.

*3- Carta del Padre Planque a Mons. de Brèsillac, 23/5/1856.

.*4- Carta del Padre Planque a Mons. de Brèsillac, 10/6/

viernes, 10 de octubre de 2014

UN NUEVO HORIZONTE (4)

2- PROYECTOS (2)

¿Cómo no pensar que tantas ideas entusiastas e iniciativas generosas compartidas durante estos años no iban a llevar y sostener a Agustín en su propia reflexión?Los compromisos de sus mejores amigos no podías sino estimular su deseo y alentarlo en la búsqueda de una solución. Porque la situación del joven Padre Planque no es sencilla. De hecho, no puede disponer de si mismo, ni alejarse del norte. Paradójicamente, el obstáculo proviene de quién más le ayudó a seguir su camino: la tía Poupart. Próxima a sus 90 años, siempre lúcida y valiente, al pensar en su eternidad, confía en que su sobrino la asistirá cuando lleguen sus últimos momentos(*1).
Agustín muy unido a ella, y consciente de su gran deuda le promete lo que ella espera. Pero es una promesa que le pesa, y que corre el riesgo si no de comprometer su proyecto, por lo menos de retrasarlo por largo tiempo.
Sin embargo, no se echará atrás en su decisión de partir. Desde 1854, resuelto a intentarlo todo para alcanzar su fin, comienza a pasar a los hechos. Si tenemos en cuenta una carta dirigida al Padre Sullivan, sus primeras gestiones habrían comenzado mucho antes (*2): "...agradezco a Dios el abrirle las puertas de ese hermoso país, que es Australia, escribe. Cuando era joven seminarista, tuve la idea de ir en misión a esos parajes y hasta escribí, con ese motivo, al alguien que creía que podía informarme. No logré lo que buscaba. pero durante muchos años me dediqué a seguir el desarrollo de ese país, en los Anales de la Propagación de la Fe."(*3)
Otras cartas confirman la misma orientación: "Hace cincuenta años soñaba con ser misionero (*4) en los países donde está usted. Australia y los países vecinos me obsesionaban. Hasta escribí al secretario de la Propagación de la Fe para saber dónde dirigirme para realizar mi proyecto. En ese tiempo era alumno del seminario. Después me enfermé y por mucho tiempo tuve que cuidar mi estómago que mejoraba con dificultad..."(*5)
Años más tarde insiste con respecto a lo mismo: "Permítame decirle que Perth, en Australia, despierta en mí antiguas aspiraciones...Dios ha dispuesto para mí otra cosa, pero el nombre de Perth, lo he guardado en mi corazón."(*6)

*1- Agustín no podrá asistir a su tía Poupart que muere el 8 de diciembre de 1856, ya que ese mismo día está en Fourviére, con Monseñor de Brésillac y los otros compañeros, para consagrar a María, la nueva Sociedad de Misiones Africanas.
*2- Sería al terminar el seminario menor, o en los primeros años de filosofía, en el seminario mayor.
*3- Al Padre O. Sullivan, 06 de marzo 1889.
*4- Agustín Planque al Padre Sullivan, 22 mayo 1890. Hay que ubicar esta gestión poco tiempo antes de enfermarse, es decir en 1845 o 1846.
*5- Esta enfermedad del estómago, que le hizo abandonar sus estudios por algún tiempo, le dejará algunas secuelas.
*6-Agustín Planque al obispo de Perth, el 01 enero 1893.

UN NUEVO HORIZONTE (3)

2- PROYECTOS (1)

A lo largo de sus años de adolescencia y de estudios, hemos podido señalar algunos mojones que han jalonado la marcha de Agustín.
En Lille, la lectura de los Anales de la Propagación de la Fe y más aún, toda esa nueva corriente que, en los cristianos de la época, es favorable al apostolado de las Misiones sólidamente animada por la acción de los Papas Gregorio XVI y Pío IX.
En Cambrai, superado el período del Obispo Belmas, se ingresa con Monseñor Giraud en un clima de apertura a la iglesia universal. 
Desde entonces, las puertas de los colegios ya no se cierran a los misioneros que regresan a Francia.
Estos, cuando visitan las parroquias, escuelas, instituciones, relata sus adelantos trabajosos en tierras no cristianas y los riesgos que corren por la evangelización.
Muchos visitantes vienen al seminario: Monseñor de Forbin-Janson, Fundador de la Infancia Misionera, que es incansable contando historias de China y de América; un misionero marista de Lyon, el señor Espales, que habla de Oceanía, lugar donde morirá un año más tarde. También vienen el señor Ratisbonne, hermano de Alphonse, el convertido de Roma que fundó la Congregación de las Hermanas de Sión, luego, monseñor Venables, el Padre Libermann, que recorre las diócesis de Francia en búsqueda de vocaciones y muchos otros...
Marcq reserva igualmente a Agustín otro encuentro con uno de sus colegas, el señor Wibaux, quien en ese momento se cuestiona sobre un eventual cambio de orientación y va a pedir consejo al Cura de Ars...

miércoles, 8 de octubre de 2014

UN NUEVO HORIZONTE (2)

PROFESOR (2)

Cómodo en una tarea que le conviene, con un porvenir que debía desarrollarse sin problemas, seguro de la confianza de los estudiantes y de los Directores que lo nombraron par ese importante puesto, el Padre Planque tiene todo, aparentemente, para ser feliz. Sin embargo, nada es definitivo.
De hecho, la carrera de profesor ya no puede colmar sus expectativas porque desde la época de Bergues había decidido irse.
¿Será el azar de os encuentros, de las conversaciones lo que lo empujó al cambio de orientación?
Lo que conocemos de él bastaría para desmentir esa interpretación. 
¿Teme la monotonía de una vida de docencia con perspectivas evidentemente muy limitadas?
Y sin duda su temperamento más profundo, la necesidad de espacios más amplios como también sus sueños de adolescente no fueron ajenos a su elección; no hay vocación desencarnada.
Porque es ciertamente de vocación que hay que hablar aquí. 
Y que el porvenir que atrae a Agustín - y desde hace mucho tiempo- es la partida hacia las Misiones lejanas, las que llevarán "a los confines de la tierra".
Ese es el lugar en el que presiente que servirá al Señor. Y en las numerosas coincidencias que orientarán sus acciones nada será a sus ojos un producto de la casualidad.
En adelante todo se convertirá para él, en lenguaje y signo de Dios.

UN NUEVO HORIZONTE (1)

PROFESOR (1)

Una vez terminado el seminario, todo parece contribuir para mantener al joven sacerdote en la docencia puesto que en el comienzo de clases de 1850, aún antes de su ordenación, abandonó Marcq para ir a Bergues, a algunos kilómetros de Dunkerque.
El colegio de SaintWinoc, lugar al que llegó Agustín, era una casa venerable, respetada en la región por su antigüedad pero también por las horas de desgracia o de gloria que había pasado alternativamente (*1).
Debido a la ley Falloux, el Colegio retomó vida ese año y reabrió sus puertas. En efecto, en el norte, como en toda Francia, los obispos aprovechaban la libertad recuperada para fundar nuevos institutos secundarios o agrandar los ya existentes.
En ese momento, el Padre Planque, cuya cultura y cualidades de maestro todos aprecian, es propuesto por el señor Leleu, con el consentimiento de sus superiores de San Bertin, para convertirse en director legal en Saint Winoc, un cargo que equivale ya a una promoción.
Allí se queda cuatro años, luego por a rotación del cuerpo docente, lo encontramos nuevamente en Marcq como prefecto de estudios.
Un año más tarde, en el comienzo de clases de 1855, al estar vacante el cargo de profesor de filosofía del Seminario Medio de Arras, los Padres de San Bertin, con la autorización de los obispos responsables y conociendo las habilidades particulares de Agustín, le proponen ese nuevo cambio.
Tienen quizás la intención de vincularlo cada vez más al profesorado para mantenerlo en el Norte...pues los superiores no ignoran que Agustín piensa en dejarlos.

*1- El Colegio de Saint Winoc, fundado en 1600 por los archiduques de Flandes, siguiò alternativamente el curso de los èxitos y desgracias de la Provincia. Vio sus bienes confiscados por la Revoluciòn Francesa. En 1850, pasò a manos de los sacerdotes de San Bertin.

lunes, 6 de octubre de 2014

HACIA EL SACERDOCIO (6)

El 21 de diciembre de 1850, Agustín Planque recibe la ordenación sacerdotal de manos de Monseñor Règnier, que acaba de suceder al cardenal Giraud fallecido en abril. El nuevo sacerdote celebrará su primera misa en su iglesia natal, el lunes 23 de diciembre de 1850, y el párroco, Pbro. Baligaud, que reemplaza en Chemy al querido viejo párroco Coudrelier, hace todo lo que puede para que la fiesta sea muy solemne y que el pueblo entero participe.

Nos gustaría conocer los sentimientos de Agustín en el momento de su ordenación. No encontramos ningún rastro en sus recuerdos personales, pero sin embargo queda de él un conjunto de textos, notas de sermones, conferencias que dicen más que cualquier confidencia sobre la idea que él se hacía de su ministerio sacerdotal. 
De los textos en que expresa toda su fe, casi habría que decir toda su admiración, ante el sacrificio eucarístico al que gusta definir como "el misterio de la bondad divina" y su acción de gracias por el don de Dios que salva al mundo. "¡Qué importante es el sacerdote, escribe, puesto que recibió del Señor, después de los Apóstoles, el poder de renovar cada día esa ofrenda de Cristo que nos da la reconciliacìon y la paz!" "¡Misterio incomprensible, tan profundo como el amor de Dios por nosotros! Pronuncio palabras ¿pero quién puede comprender? Hay que creer  adorar!"

Convencido de la grandeza del sacerdocio, Agustín tiene plena conciencia de su situación de humilde servicio, pues el sacerdote es, según su expresión, sólo el "portavoz de Dios", llamado a darlo a conocer con la palabra y la Eucaristía hasta el extremo de la tierra. 
Entonces ¿vivió ya su ordenación sacerdotal como un primer paso -realmente decisivo- hacia un apostolado más lejano?