martes, 7 de marzo de 2017

Capítulo 13: EN PLENA EXPANSIÓN (15)

4- Costa de Marfil.

De esa vasta Prefectura que reunía -desde el decreto romano de 1879 - la Costa de Oro y Costa de Marfil, y que se extiende aproximadamente 1000 km, la parte oeste - lo hemos visto - había quedado abandonada por mucho tiempo.
No obstante, el padre Planque no olvidó que la Sociedad se encuentra igualmente encargada de lo que se llamaba entonces "La Costa de los Dientes". Ya escuchó decir "que allá hay, pueblos muy interesantes, poblaciones grandes...que, lejos de las zonas malsanas, no carecen de lugares saludables" (1). 
Ya que en los ministerios franceses se empieza a hablar de Grand Bassam y de Assinie, "no podremos hacer de otro modo, declara, que ir dentro de un tiempo más o menos cercano". Espera entonces de sus misioneros que están en Elmina "que se informen de todas las maneras" sobre las posibilidades de acceder al oeste.
Por su lado, ya ha buscado cantidad de información, tanto de orden humano como geográfico, sobre "esa parte de la costa donde las personas son verdaderamente fuertes, trabajadoras, enérgicas y dedicadas", lo cual puede "estimular el interés en sumo grado" (2).

Pero demora en decidirse. A decir verdad, le falta todo para intentar un nuevo avance: recursos y misioneros disponibles. ¿Y no es más conveniente, consolidar primero las fundaciones de la Costa de Oro, "satisfacer Accra que espera también su misión"? (3).
Sin embargo, cuando la Propagación de la Fe, considera las extensiones que restan por evangelizar en ese gran territorio, le propone confiar una parte a otro Instituto. El Superior responde que no tiene ninguno a la vista, él mismo se encuentra tironeado entres sus dificultades de personal y el deseo de conservar para la Sociedad esa "bella misión que sería la Costa de los Dientes".

A partir de los años 1888-1890, el puerto de Grand Bassam comenzará a abrirse, gracias a dos expediciones francesas que lograron la exploración del país. Sus transacciones diversas hacen pensar al Padre Planque, que no hay que dudar más, y que ha llegado el momento de ir hacia el oeste.
Ofrece así, al nuevo Residente, el señor Treich-Laplène, la asistencia de sus misioneros para trabajar en el país que acaba de ser confiado a su administración. Gestión prematura sin duda, porque se termina con un rechazo - sin que ello se vea empero, como una manifestación de anticlericalismo, cuya ascensión se hace inquietante en ese período. Parece que el gobernador, solamente  muestra  preocupación por la seguridad de las personas, lo cual no puede todavía garantizar (4).
El Padre comprende prudentemente que es necesario contemporizar, pero que nada está perdido. "Paciencia - es la consigna que da al Padre Pellat, el Prefecto de la Costa de Oro, que quisiera instalarse lo antes posible en Grand Bassam - no está solo moviéndose en ese sentido, en el ministerio de las colonias, comienzan también a acoger favorablemente la idea" (5).

Recién a fines de 1894, volverá a lanzar su proyecto al cardenal Ledochowski. Puesto que los estados desean ver coincidir los límites de las jurisdicciones misioneras con las de la administración civil, sería un gran beneficio, escribe, "separar esa Costa de Marfil, que es francesa, de la Costa de Oro, que pertenece a Inglaterra", para formar una Prefectura separada (6). 
El Superior, ha apostado justo porque, a dos semanas de eso, le llega de forma oficial, la propueta que espera. Con mucha benevolencia, el gobernador Binger, le asegura que "la colonia estaría dispuesta a favorecer un establecimiento" de las Misiones Africanas en ese territorio que se encuentra "en su esfera de acción" (7).





  1. Carta de Planque al Padre Moreau, 16/8/1884.
  2. La misma carta.
  3. Carta de Planque al Padre Pellat, 28/5/1890.
  4. Cf. Padre Trichet, "Costa de Marfil, los primeros pasos de una iglesia", tomo I, pág. 20, nº 16.
  5. Carta de Planque al Padre Pellat, 10/12/1890.
  6. Carta de Planque al Cardenal Ledochowski, 27/12/1894. Cf. también la carta del padre Pellat a la Propagación de la Fe, 9/3/1893, citada por el Padre Trichet (4), pág. 17.
  7. Carta de Binger a Planque, 11/1/1895.

viernes, 3 de marzo de 2017

Capítulo 13: EN PLENA EXPANSIÓN (14)

3- El "primer" Vicariato (7)

El Alto Niger (2)

 "En la región de los Iyagbas, veinticinco ciudades todavía de pié esperan misioneros." En esa zona, hay que orientar la Prefectura, hacia el oeste y el noroeste, partiendo de las dos riberas del Niger, Lokodja es el punto de partida. Y si se traspasa la jurisdicción del Vicariato del Benín, el padre Chausse estará de acuerdo y dispuesto a colaborar en todo par bien (1). "Habría que dar a la Prefectura del Niger toda esa zona poblada de paganos que luchan contra la propagación musulmana y ofrecen al Evangelio, verdaderos elementos de éxito", vuelve a decir el Padre Planque al Cardenal Prefecto o a Monseñor Jacobini (2). Recién en junio de 1894 se lograrán los nuevos trazados de la Prefectura, los cuales estuvieron durante largo tiempo cuestionados (3). Durante esos años, el padre Poirier regresó a Francia y Monseñor Chausse murió.

Siguiendo los consejos del señor Marshall, los misioneros abandonan progresivamente Lokodja donde las prácticas de esclavitud tan ancladas en las costumbres como las del islam, paralizan todo trabajo apostólico. Vuelven a descender hacia el sur y fundan Assaba, sobre el río, donde también van las Hermanas. Pero la escuela no será su primer objetivo. Aquí, lejos de los europeos, la gente no siente la necesidad de ser instruída. "No deben esforzarse ustedes para que ellas sean sabias, les escribe el Padre Planque, sino niñas bien formadas en los diversos trabajos de las mujeres. ¡Qué mérito si preparan a las primeras madres de familias cristianas!" (4). Sin descuidar a los niños, como los Padres permanecerán cerca de los adultos, se ocuparán de los enfermos y de los ancianos, trabajarán para los pobres, en medio de ellos, serán verdaderamente hermanas de los pobres. Pues esas poblaciones del Niger, están muy desprovistas; en ciertos lugares poseen apenas para comer y as menudo son diezmados por las incursiones de los musulmanes que descienden del norte. Es muy importante, dirá el padre Zappa, que Padres y Hermanas sean amados, que se muestren "a la altura de su tarea" y disponibles a los africanos. Se necesitará una gran devoción para cumplir los humildes trabajos y una inmensa paciencia porque los progresos serán lentos.

En los puestos, todos viven pobremente. A veces, lo falta hasta lo necesario, si creemos a lagunas cartas de las Hermanas. El Superior, entristecido por sus privaciones, recomienda al Padre Poirier que no sea tan austero (5) y les envía a todos uno de sus mensajes espirituales para animar su valentía..."Están lejos y aisladas, pero Dios está con ustedes, tienen pocos consuelos, ahora siembran, más adelanta vendrá la cosecha...y ustedes mismas se sorprenderán de las bendiciones que Dios derramará alrededor de ustedes." (6).
En la Navidad de 1887, escribe: "En éstos días, en que de todos lados se envían augurios, al pié del tabernáculo, hago por ustedes los votos más queridos a sus corazones de misioneras. Que la buena siembra dé frutos de salvación...el campo es vasto, cubierto de malezas y de espinas, pero no trabajan solas, el Maestro está con ustedes..Usttedes fueron a buscar el dracma perdido de Cristo y, ustedes de la devuelven para su alegría y Él se los agradecerá...También expreso mi deseo para cada una, personalmente: Que Dios les conceda trabajar mucho tiempo con fuerza y salud en su obra...alegría y paz entre ustedes, para sostenerse mutuamente. ¡Su gracia siempre...y algunas veces, también sus consuelos!" (7) 

En uno u otro punto de esos territorios, la Compañía Real del Niger ha realizado ya varias expediciones de castigo para detener las guerrillas o las costumbres sangrientas. En enero de 1898, decide dar un gran golpe, lo que le permitirá también, extenderse entre los Ibos. Los oficiales británicos marchan hacia las aldeas y ciudades que son quemadas y devastadas.
Un segundo asalto más violento, es lanzado en octubre y las pérdidas son grandes, tanto en vidas humanas, como en destrucción de edificios. Con el Padre Rousselet que rechazó abandonar los lugares sitiados, el Padre Zappa (8) y sus compañeros se ponen a reconstruír, mientras las Hermanas cuidan, visitan, alivian, porque ¡las obras de caridad, dicen las misioneras, producen más efectos en ese tiempo de miseria, que todos los sermones!

Para volver al orden y a la paz, el gobierno británico que retiró todo poder a la Compañía Real de Niger, crea un primer protectorado al sur, otro en el norte-Lagos que tiene une estatuto propio. Así se organiza por etapas, ese vasto territorio que tomará hacia 1900, el nombre de Nigeria.
"Poco a poco, dirá el Padre Strub, los obstáculos serán superados, vendrá el tiempo de las conversaciones. El progreso del Evangelio, una vez lanzado, no se detendrá más." (9)
Pero a la misión, ahogada en medio de los musulmanes, resultó duro levantarla...



  1. Carta de Planque al padre Poirier, 4/5/1887.
  2. Carta de Planque a Monseñor Jacobini, 10/11/1888. Es cierto que los oficiales británicos no facilitan las cosas y entre ellos se encuentran el gobernador de Lagos, así como el señor Marshall, un hombre de negocios, influyente, próximo sin embargo, a menudo demasiado tolerantes con las costumbres locales, hasta las más condenables.
  3. Un decreto de Roma, 25/7/1894, fija esos nuevos límites que corresponden más o menos a los de la provincia oeste de la actual Nigeria...
  4. Carta de Planque al padre Zappa y a la Hna. Boniface, 19/6/1889.
  5. Carta de Planque al Padre Poirier, 16/1/1889 y a la Hna. Boniface, 16/1/1889.
  6. Carta de Planque a las Hermanas Emile y Boniface, 8/5/1889.
  7. Carta de Planque a los Hermanos de Niger, 28/12/1887.
  8. El Padre Zappa fue Prefecto Apostólico después de la partida del Padre Poirier, 5/8/1896.
  9. Citado por el Padre Gantly, Mission to West Africa 2. página 261.